El comisario general del Tercer Reich para Lituania entre 1941 y 1944, Theodor Adrian Von Renteln, responsable de la maquinaria de exterminio de cerca de 200.000 judíos, no murió en la horca a manos de los rusos en 1946 como daban por hecho los historiadores, sino que falleció en 1960 en un hospital de Madrid bajo la identidad falsa de Karl Jacobson.

- Ana María Pascual / /Vídeo: Jaime García-Morato y Helena Margarit
Madrid–
Javier Jara, presidente de la Asociación Histórica de Cementerios, muestra orgulloso una sepultura en el Cementerio Civil de Madrid, una necrópolis ubicada enfrente del Cementerio de la Almudena, inaugurado en 1884, destinado a personas que no profesaban la religión católica. La tumba está al abrigo de un enorme pino que tapa con sus agujas caídas las letras grabadas en la piedra. Jara retira con la mano los restos vegetales y aparece un nombre: Theodor Adrian Von Renteln, nacido el 15 de septiembre de 1897 y fallecido el 24 de octubre de 1960.
Este experto en cementerios, que trabajó una década en una funeraria y es el fundador de la Plataforma Fraternidad Cívica-Cementerio Civil, explica que se fijó en aquel nombre alemán al encontrarlo en el inventario que su asociación estaba realizando del Cementerio Civil, hace dos años, gracias a la colaboración de su ayudante, Alberto Bandrés. Lo chequeó en Internet y descubrió que con el mismo nombre figuraba un dirigente nazi, fallecido en 1946 en algún lugar de la URSS, donde fue juzgado como criminal de guerra y ahorcado, según el criterio más extendido por los historiadores. Incluso la abreviatura académica de doctor (Dr.) que figura en la sepultura coincide con la biografía del dirigente nazi, que en 1931 fue el líder de las Juventudes Hitlerianas. Von Renteln, alemán de origen báltico, se doctoró en Economía, de ahí el título de doctor.
Javier Jara pensó en un principio que no podía tratarse del mismo Von Renteln que había dirigido con mano de hierro el destino del territorio de Lituania cuando el Ejército nazi lo ocupó, arrebatándoselo a los soviéticos en 1941. Hasta 1944, la maquinaria nazi, con el comisario general Theodor Adrian Von Renteln a la cabeza, fue la responsable de la muerte de casi la totalidad de los 200.000 judíos lituanos; de al menos 170.000 prisioneros de guerra soviéticos y de cerca de 40.000 civiles soviéticos evacuados por la fuerza, por nombrar solo los grupos de víctimas más numerosos, como destaca el historiador más prolijo sobre la ocupación alemana de Lituania, Christoph Dieckmann.
A través de la Empresa Municipal de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid, que gestiona el Cementerio Civil, Javier Jara obtuvo una información extraordinaria: la sepultura en cuestión albergaba los restos de dos personas: Karl Jacobson, inhumado el 15 de octubre de 1960, y Anna Erna Friede Auguste Von Renteln, esposa del politico nazi, enterrada el 7 de septiembre de 1993. Este diario ha podido comprobar también este extremo.
La sorpresa fue mayúscula: “O sea, que según los registros del cementerio aparece aquí enterrado un hombre llamado Karl Jacobson, cuyo nombre no consta en la lápida, y una mujer con el mismo apellido del criminal nazi, cuyo nombre tampoco figura y, en cambio, no aparece enterrado oficialmente Theodor Adrian Von Renteln “, indica Javier Jara, señalando la lápida. Él se conoce bien el funcionamiento de las normas sobre enterramientos en España. “Para conseguir una licencia de enterramiento hay que aportar un certificado de defunción”, explica.
Hay que tener en cuenta que las sepulturas del Cementerio Civil no son en propiedad, sino concesiones administrativas del Ayuntamiento de Madrid por 75 años. Hasta la etapa de Manuela Carmena como alcaldesa, cuando se remunicipalizó la gestión de los cementerios, el periodo era de 99 años. La persona que aparece como la adjudicataria de la tumba de Von Renteln es su esposa, Anna, según la información que ha podido cotejar este diario. Pero al morir esta, en 1993, y ser enterrada junto a su esposo, no quedó ningún descendiente en Madrid que se encargara de grabar en la losa su nombre.
La partida de defunción
La partida de defunción de Karl Jacobson, a la que ha podido acceder Público, recoge una información muy escueta de un supuesto ciudadano lituano, que tenía domicilio en una calle del Barrio de Salamanca de Madrid, fallecido el 24 de octubre de 1960, en la Clínica de la Concepción, por un cáncer de pulmón. “Se ha falsificado la fecha de nacimiento, que indica que fue en 1889, para despistar posiblemente. La información publicada sobre Von Renteln dice que nació en 1897”.
Destino: Sudamérica
Existe poca información sobre Theodor Adrian Von Renteln. En el libro Fascismo báltico, del historiador eslavo Mijaíl Krysin, se recoge la creencia más extendida sobre su desenlace: “Al final de la Segunda Guerra Mundial fue entregado a las autoridades soviéticas. En 1946, por decisión de un tribunal soviético, fue ahorcado”. Sin embargo, otros historiadores lo han puesto en duda.
Este investigador pone en duda que el comisario general Von Renteln fuera ajusticiado por las autoridades soviéticas en 1946, como los investigadores hebreos dan por hecho en sus recopilatorios sobre los criminales nazis. Dice Dieckmann que probablemente Theodor Adrian Von Renteln huyera a Sudamérica tras la Segunda Guerra Mundial y que allí vivió con un nombre falso. “Lamentablemente, no se conocen más detalles”, reconoce en su libro sobre Lituania.
La protección franquista
Ahora hay nuevos detalles que surgen en Madrid. El descubrimiento de Javier Jara abre una puerta a una verdad histórica hasta ahora desconocida sobre el refugio español, durante la dictadura franquista, de este dirigente nazi nacido en Bielorrusia y que, instalado en Alemania tras la Primera Guerra Mundial, se afilió al Partido Nacionalsocialista en 1928. Ocupó diversos cargos en el Gobierno de Hitler, como el de presidente de la Cámara de Industria y Comercio Alemana, entre 1933 y 1935, desarrollando desde ese puesto las primeras políticas antisemitas, precursoras de las Leyes de Nuremberg.
Ahora queda por saber cómo fue la vida de Von Renteln tras la caída del Tercer Reich, en qué año llegó a España, si en primer lugar se estableció en Sudamérica, de qué vivió, quién le otorgó la identidad falsa de Karl Jacobson. Una apasionante tarea pendiente.
Lo que está claro es que le favoreció la ideología de un régimen antisemita como fue el de Franco, aunque en la actualidad la derecha española se ha alineado a favor del Estado de Israel, en su genocidio contra el pueblo palestino.El régimen de Franco desplegó un antisemitismo poco disimulado, aunque después se ha tratado de esconder y de dar la vuelta, incluso, a esta realidad constatada por los historiadores españoles. De hecho, España protegió a criminales nazis tras la Segunda Guerra Mundial, como los croatas Ante Pavelić y Maks Luburić, el belga León Degrelle y franceses Pierre Laval y Abel Bonnard.
En los albores de la dictadura, Franco desplegó una normativa antisemita que hizo, por ejemplo, que muchos de los judíos que llegaban a España huyendo del Holocausto fueran confinados, bajo vigilancia policial, y que algunos de ellos fueran entregados a las autoridades del Tercer Reich.