En los sondeos 6 y 10 se ha localizado la roca natural, que en el caso del
primero ocupa un 95% del área y en el sondeo 10 se ha detectado en una zona
puntual. En el sondeo 8 restan unos 40 centímetros hasta el piso original de la
fosa. De ningún modo puede hablarse de usos funerarios anteriores a 1936,
dado que hay numerosos depósitos de víctimas sobre la roca natural. Tampoco
tiene sentido que se retirasen de forma minuciosa depósitos de una década de
una forma minuciosa sin que quedase una sola esquirla.
Se trabaja desde febrero en el sondeo 11, en el que se ubica la cata efectuada
en los trabajos de localización de la fosa del año 2017. Se comprueba que hay
grandes depósitos que corresponden a fosas alteradas de víctimas, junto a
grandes acumulaciones o depósitos secundarios que nada tienen que ver con
aquellas.
Las raíces afectan a los restos más superficiales penetrando en el interior de
las zonas medulares, caja craneal y ocasionando daños mecánicos de
consideración.
