«Fantasmas» de la guerra

El psiquiatra estellés Gregorio Armañanzas, nieto de un asesinado en 1936, desgrana en su segunda novela cómo se transmiten emocionalmente los traumas de la Guerra Civil a las siguientes generaciones

noticiasdenavarra.com | R, Usúa | Estella-Lizarra | 14-5-2015

“Escribir la novela ha sido una estupenda terapia personal para mí”

El psiquiatra y psicoterapeuta Gregorio Armañanzas Ros (Estella, 1953) nunca llegó a conocer a su abuelo materno, Clemente, inspector de la Policía Municipal de Estella asesinado tras el golpe de 1936 cuando sus dos hijos eran apenas unos niños. Esa desgracia familiar, unida a su especialización profesional con los años, le ha servido de base para publicar su segunda novela, Fantasmas de nuestra guerra (Ediciones Eunate).

Ambientada en la ciudad del Ega, -donde realizó la presentación tras hacerlo en Barcelona-, y ya a la venta, Armañanzas explica que “me he basado en parte en mis propias experiencias, aunque hay otras muchas cosas inventadas. Lo que quiero en definitiva es contar cómo se muere, cómo se es asesinado y cómo se mata, pero no hablo del frente de guerra, sino de fuera del frente, que es lo que traumatiza. Y, por su puesto, cómo se vive todo eso en las siguientes generaciones, tanto en los que tienen un familiar que ha sido asesinado como en los que tienen un familiar que ha matado. Trato de reflejar lo que sé acerca de cómo se transmiten emocionalmente estos traumas de la Guerra Civil a través de las siguientes generaciones”, comenta. “Y quise que fuera novelado para que sea interesante, se lea y llegue a la gente; los ensayos son más ladrillos”, dice entre risas.

El hilo argumental de la historia son “dos cadenas generacionales: la de un perpetrador y la de una víctima, las situaciones que viven y las paradojas que se dan. Por ejemplo, hay tres personas que están reconocidas a la vez en el Monumento de Conde de Rodezno y en el Parque de la Memoria de Sartaguda; quiero decir que las cosas son muy complejas, no todo es blanco o negro, como podemos pensar ahora”.

También describe al detalle cómo era la Estella de hace unas décadas y cómo se vivía, incluyendo leyendas, historias o anécdotas de la propia ciudad que se entremezclan con invenciones propias del género. “Para mí escribir la novela ha sido una terapia personal estupenda”, confiesa el autor, afincado en Pamplona. “Y otro de los objetivos que persigo es que si alguien sabe algo, lo cuente, me lo diga. La gente se muere sin hablar por miedo y eso es terrible. A veces ese silencio es también por querer proteger a las generaciones que vienen, para que no se repita; pero el silencio es más traumático que hablarlo, y el silencio aquí ha sido impresionante”.

En concreto, cuenta cómo “había cosas que no se contaban o, si se contaban, era en las cocinas y en voz baja. Y a veces, aunque se contasen, si no se llegaba al plano emocional del hijo o del nieto, no acababan de transmitirse. Hay cosas que se pueden saber pero que si no llegan a ese plano se ven como algo lejano, como una película de cine que le pasó a otro; y así no se resuelve”.

Por eso, para él fue importante poder presentar el libro en la Casa de Cultura, “en la misma calle en la que mi abuelo fue secuestrado antes de llevarlo a la cárcel del hoy Museo. Fue el último sitio donde mi madre lo vio, y todo por cumplir su trabajo, por detener a unas personas que estaban pegando tiros. De hecho, mi madre decía que aún debe de haber alguna bala de aquel tiroteo alojada en uno de los plataneros de la plaza de San Martín. Por eso, en la novela he querido intuir cómo murió mi abuelo (no se conocen detalles) y he llorado su muerte; me ha venido bien en ese sentido”.

SEGUNDA NOVELA Esta es la segunda novela de Armañanzas, que en 2009 publicó El Atrapasueños. “Esa, como diríamos en términos musicales, fue como la obertura de esta. Inspirado en un viaje a Israel por un congreso, quise reflejar el paralelismo entre cómo se vive la violencia allí y cómo la violencia es una consecuencia transgeneracional de la humillación nazi que no han resuelto y han repetido, y cómo era la violencia aquí de ETA, de esas ganas de venganza que había. A raíz de eso profundicé en las raíces de la violencia actual y de cómo en parte somos consecuencia de lo que nuestros padres y abuelos han vivido”.

Después, en 2013, vio la luz un libro de actualidad, Relaciones tóxicas: acoso, malos tratos y mobbing. “En realidad, tienen un cierto parentesco todos los libros, se habla de relaciones desiguales, asimétricas; relaciones que unen a víctimas y agresores. Y la culpa, paradójicamente, une a descendientes de agresores y de víctimas; al igual que les pasa a las mujeres maltratadas, que se sienten culpables. Hablar de todo eso me ayuda a sanarme y espero que sane a la gente, sin ánimo de venganza”.

Sin embargo, ahora está dando un giro en su aventura como escritor preparando un trabajo en clave de humor. “Esta segunda novela es una parada; con ella cierro un capítulo en lo personal, aunque profesionalmente sigo trabajando este campo. Pero en lo personal quiero reírme y disfrutar de otras historias”.

PRIMEROS ESTUDIOS Una de las especialidades como psiquiatra y psicoterapeuta de Gregorio Armañanzas es el trauma transgeneracional. “Es algo que he tenido que ir a estudiar y aprender fuera, leyendo a los judíos. Aquí nadie había escrito apenas. He escrito los primeros artículos sobre esto y he ido poniendo nombre a las cosas”. Y es que, “el silencio que decía antes se vive incluso entre los profesionales; los terapeutas no preguntan a los clientes qué les pasó a sus abuelos en la Guerra Civil. Es como un tabú compartido, y es curioso escuchar a colegas de otros países que trabajan aquí cómo los clientes les cuentan todo esto de forma más espontánea que a nosotros, que ni nos cuentan ni muchas veces preguntamos”.

Concretamente, fue a raíz de un congreso en Londres en 1998 cuando empezó a explorar más este campo tras escuchar a otros expertos internacionales, -asegura el estellés-, quien añade que el perdón de las víctimas debe ser “un acto interno, con uno mismo” y que lo fundamental es aprender de la historia para evitar que se repita.

http://www.noticiasdenavarra.com/2015/05/14/vecinos/estella-y-merindad/fantasmas-de-la-guerra