Francisco Pimentel. Cuevas del Becerro

MEMORIA / CUEVAS DEL BECERRO

(Publicado en Ronda Semanal el Sábado 25.03.2017)

Salvador Rosado es la memoria histórica de Cuevas del Becerro, municipio cercano muy vinculado a Ronda, tanto que el 18 de Julio del 1936 los ciudadanos defendieron la República tanto en su pueblo como en la misma Ronda porque al igual que todos los pueblos de la serranía comprendieron inmediatamente su importancia estratégica frente a la agresión del fascismo nazi-franquista.

Cuando la fuerza bruta y militar de los fascistas rompió la defensa de Ronda la gente huyó aterrorizada en masa hacia San Pedro Alcántara. Los que no pudieron seguir huyendo tuvieron que volver a sus casas, bien fuera en Ronda o en alguno de sus pueblos. A la mayoría de los hombres y mujeres jóvenes que eran socialistas, libertarios, andalucistas, masones, comunistas y librepensadores los iban deteniendo en la misma estación de tren o en sus casas por las noches.

Salvador Rosado era un niño de 7 años cuando los falangistas llegaron a Cuevas del Becerro y se llevaron a punta de pistola y maniatados a 22 de sus vecinos que tenían entre 19 y 47 años. Esa conmoción, ese terror, quedaron grabados en las mentes de los cueveños que nunca más volvieron a ver a sus mejores ciudadanos. Los franquistas los asesinaron en la tapia del cementerio de Ronda el día 16 de Marzo del 1937 y los arrojaron a una de las primeras fosas que ya tenían preparadas desde Diciembre. Pero eso no se ha sabido hasta hace bien poco porque los malditos fascistas hacían desaparecer a los republicanos sin notificar nada a sus familias que llevan 80 años sin poder enterrar dignamente a sus familiares.

Pero frente a la ignominia del olvido ese niño, Salvador Rosado, decidió memorizar todos los nombres y los datos de los que él vio secuestrar y desaparecer. Tal era el terror infundido y real que nadie se atrevía a tomar nota escrita de nada. Cualquier cosa hubiera servido para que los franquistas mataran a quien tuviera cualquier escrito y perjudicaran a su familia.

Así que Salvador con 7 años se hizo a sí mismo portador mental y voluntario de los nombres y datos de aquellos 22 ciudadanos de su pueblo para que no se olvidaran jamás.

Muchos recordarán la novela de Ray Bradbury “Fahrenheit 451” de la cual hay una película de François Truffaut sobre una sociedad en la que han sido prohibido los libros y muchos ciudadanos memorizan, con puntos y comas, un libro cada uno para que no desaparezcan cuando el gobierno los queme.

Pero el caso es que Salvador Rosado había hecho eso en la realidad, no en la ficción, 16 años antes que esa novela fuera escrita (1953) y 29 años antes que la película (1966), que causaron ambas una gran sensación.

La última vez que Salvador Rosado ha recitado de memoria, sin ningún papel, como siempre ha hecho durante toda su vida, los nombres de los ciudadanos de Cuevas del Becerro ha sido el pasado día 17 en el acto homenaje a las víctimas del franquismo celebrado en el cementerio del pueblo.

Familiares, muchos venidos de otros puntos de España, políticos y demócratas, fotos rescatadas, flores, velas y palabras que pedían verdad, justicia y reparación, para que una vez exhumados los cuerpos de las fosas de Ronda, vuelvan estos valerosos republicanos a su pueblo a descansar en su tierra.

Ese día, Salvador que tiene ahora 87 años, volverá a repetir sus nombres para que no se olviden y no se borren de la historia ni de nuestros corazones.

Francisco Pimentel 
memoriaronda@gmail.com 
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