Gran Canaria. Un alcalde, unos cuadros y una guerra

Un alcalde, unos cuadros y una guerra

El primer edil de un Madrid asediado, Pedro Rico, huyó de la capital a finales de 1936, dejando atrás una colección artística personal de la que cinco cuadros recalaron en Gran Canaria en 1942

Gabriela Vicent

Las Palmas de Gran Canaria

29.06.2024

Un alcalde, unos cuadros y una guerra | Canarias7

El Servicio de Museos de la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria impulsa un expediente jurídico-administrativo pionero para lograr la restitución de cinco obras artísticas de Pedro Rico López, alcalde republicano de Madrid, al legado familiar, más de 80 años después de que esos cuadros, junto a otros bienes, fueran requisados por la Junta Delegada de Incautación durante la Guerra Civil, directamente desde la vivienda de su propietario, y guardados en el Museo del Prado durante la contienda. Se trata del primer caso en España de devolución de bienes incautados y apropiados por el franquismo que se incoa siguiendo la normativa que recoge la nueva Ley 20/2022, de Memoria Democrática.

El azar quiso que estas cinco obras llegaran a Gran Canaria en enero de 1942, por decisión del entonces gobernador civil de Las Palmas, Plácido Álvarez Buylla, quien las reclamó a la recién creada Comisaría General del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional, formando parte de un lote de 39 piezas artísticas, para decorar las estancias del edificio del Gobierno Civil. Al encontrarse en obras el inmueble destinatario, los cuadros quedaron bajo la custodia y conservación del Cabildo Insular con el objetivo de iniciar la puesta en marcha de un Museo de Bellas Artes que estaría ubicado en la actual Casa Palacio del Cabildo de Gran Canaria.

Desde el año 1952, los cinco cuadros de Pedro Rico han sido custodiados y conservados por la Casa de Colón, la pinacoteca más importante del archipiélago hasta el momento. Las piezas pertenecían a la colección particular del político, gran amante del estilo costumbrista del siglo XIX, y están firmadas por tres conocidos y valorados autores de este periodo, Eugenio Lucas Velázquez, Roberto Domingo Fallola y Francisco Domingo Marqués.

Los dos nietos y el resto de herederos universales del mencionado alcalde, que murió en el exilio, han solicitado la recuperación de los óleos costumbristas que ha venido custodiando desde mediados del siglo XX el equipo de conservación de la Casa de Colón.

Incautada en el 38

Amante de la música, las artes y las letras, su colección de arte, archivo y biblioteca fue incautada por la Junta Delegada de Incautación y Protección del Patrimonio Artístico, en junio de 1938. La colección de cuadros constaba de 25 obras de arte, atribuidas a diversos autores de la escuela española del siglo XIX.

Las obras eran en su mayoría de temática costumbrista y reflejaban temas como la romería de San Isidro, corridas de toros, bailes de majos o escenas de bandidaje.

A finales de 1936, se asiló en la Embajada de México, en un Madrid asediado, huyendo poco después hacia Valencia, oculto en el portaequipajes del Nili, banderillero de Juan Belmonte, desde donde consiguió embarcar para América, aunque terminó afincándose y muriendo en Francia.

Tirando del hilo de la historia

Según consta en el inventario de bienes incautados durante la Guerra Civil, recientemente publicado y presentado por el Ministerio de Cultura, a partir de 1941, el Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional (SDPAN) depositó parte de las obras incautadas en distintas instituciones de Madrid, Valencia, Segovia, Oviedo y también en Las Palmas de Gran Canaria, donde llegaron cinco de esos cuadros en enero de 1942.

Aunque la información que aparece publicada en la web del Ministerio que dirige Ernest Urtasun asegura que «todavía no ha sido posible contrastar la ubicación real de todas las piezas mencionadas en los expedientes de depósito que se custodian en el Instituto del Patrimonio Cultural de España», lo cierto es que el Servicio de Museos del Cabildo de Gran Canaria lleva años tras la pista de estos óleos.

La incansable labor de investigación de conservadores como Ramón Gil y Francisco Javier Pueyo, de la Casa de Colón, así como el especial empeño del Servicio de Museos que dirige Alicia Bolaños, y de la consejera de Cultura del Cabildo grancanario, Guacimara Medina, ha culminado en un amplio y complejo expediente del que tienen conocimiento tanto los Ministerios de Cultura, como de Memoria Democrática, y que se espera que fructifique finalmente en la restitución de los cinco cuadros que custodia la Casa de Colón, a la menor brevedad posible, dada la avanzada edad de los nietos de su propietario.

Como relata el conservador del Servicio de Museos y profesor de Historia del Arte de la UNED Gran Canaria, Francisco Javier Pueyo Abril, casi diez años después de su llegada a Gran Canaria, se trasladan todas las piezas al recién creado Museo Casa de Colón, donde aparecen consignadas en su catálogo el 18 de julio de 1952, como «una segunda aportación del Prado -1942- que procede de fondos de recuperación y es mucho menos valiosa, aunque registra piezas de belleza singular». «Los cuadros permanecen en la Casa de Colón desde ese momento, continuando el error, al confundirlas con piezas que pertenecían al Museo del Prado», explica el historiador.

El inventario

A principios de los años noventa el conservador Ramón Gil Romero realiza la actualización del inventario de bienes culturales de la Casa de Colón. Es en este momento cuando se averigua que este segundo aporte de cuadros no es propiedad del Museo del Prado y se integran en la colección insular. Casi todas estas piezas han sido restauradas, formando parte de diversas exposiciones temporales y exhibiéndose de forma permanente, tanto en la Casa de Colón como en la Casa-Museo León y Castillo, en Telde.

Entre los años 2014 y 2016 el profesor Pueyo realiza una investigación que incluye la consulta de la documentación original del Archivo General del Instituto del Patrimonio Cultural de España en Madrid. En ese momento, constata la procedencia de las 39 piezas que forman parte de la Colección del Cabildo de Gran Canaria y que llegaron en 1952, entre las que se incluyen los cinco cuadros de Pedro Rico.

El 15 de marzo de 2023 se recibe una carta de la abogada Laura Sánchez Gaona, del despacho Caliope Art Law Boutique, de Madrid, en la que solicita, en nombre y representación de los nietos y herederos de Pedro Rico López, la restitución de cinco de las obras depositadas en 1942 que fueron incautadas de su casa durante la Guerra Civil.

Las piezas reclamadas

Las piezas reclamadas son tres óleos sobre lienzo de Eugenio Lucas Velázquez (1817-1840), titulados: ‘Cruz de Mayo’, ‘Majos obsequiando a un garrochista’ y ‘Toro embistiendo a un grupo’. Un óleo sobre cartón de Roberto Domingo Fallola del último cuarto del XIX titulado ‘Banderillas de fuego’ y un lienzo de Francisco Domingo Marqués, fechado en 1870, y con título ‘Mosqueteros: la venta del caballo’.

El 12 de mayo de 2023, los herederos de Pedro Rico y su abogada, junto a la consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Guacimara Medina, la jefa de Servicio de Museos, Alicia Bolaños, así como la entonces directora de la Casa de Colón, Elena Acosta, y el equipo de Conservación, estuvieron visitando el depósito del Museo para ver las piezas.

El Servicio de Museos se puso en contacto con la Subdirección General de Museos Estatales del Ministerio de Cultura y Deporte, desde donde instan a esperar a un informe solicitado a la Abogacía del Estado para proceder de forma y manera conjunta.

La necesidad de agilizar y garantizar el éxito del proceso de restitución de este legado, en cumplimiento del espíritu de la Ley de Memoria Democrática, desembocó en dos nuevas solicitudes, dirigidas, tanto al Ministerio de Cultura, como al Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática. Este último atendió a la petición y se concierta inmediatamente una reunión, celebrada en la sede del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática en Madrid el pasado 21 de mayo, con el Secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López, licenciado y doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de Granada, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Almería y especialista en Memoria Histórica.

La consejera de Cultura y la jefa del Servicio de Museos, acompañadas de Francisco Javier Pueyo, se muestran en ese encuentro en completa sintonía con el secretario para desatascar y agilizar el procedimiento de restitución de este legado a sus legítimos herederos, que recordamos que será el primero que se realice en España conforme a la normativa que recoge la nueva Ley de Memoria Democrática.

La familia del alcalde Pedro Rico cruza los dedos para que sus dos únicos nietos, ambos de avanzada edad, puedan cumplir su sueño de ver parte de la memoria artística que les legó su abuelo colgada de una pared que ha sido testigo de más de ochenta años de ausencia.

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