El área de Cultura de la Diputación de Granada ha vetado la presencia del veterano cineasta Pere Portabella (Figueres, 1923) en la sesión de clausura de un ciclo de proyecciones organizado conjuntamente con el Museo Reina Sofía de Madrid bajo el título de Memoria del descrédito. El director de películas como Informe general o Puente de Varsovia y productor de cintas míticas como Viridiana y El cochecito, tenía previsto hablar sobre El Sopar, una película rodada clandestinamente en 1974 sobre los presos del franquismo
El área de Cultura de la Diputación de Granada ha vetado la presencia del veterano cineasta Pere Portabella (Figueres, 1923) en la sesión de clausura de un ciclo de proyecciones organizado conjuntamente con el Museo Reina Sofía de Madrid bajo el título de Memoria del descrédito. El director de películas como Informe general o Puente de Varsovia y productor de cintas míticas como Viridiana y El cochecito, tenía previsto hablar sobre El Sopar, una película rodada clandestinamente en 1974 sobre los presos del franquismo.
“Nada de malentendidos, es un veto a mí y a mi película. El poder cree que puede hacer lo que le dé la gana y el PP está borracho de poder”, precisó. Portabella envió un comunicado explicativo sobre su ausencia para que fuera leído este jueves 26 de marzo antes de la proyección. El director del área de Cultura, José Torrente, no respondió a la invitación de este periódico para dar su versión de los hechos.
ÓRDENES SUPERIORES
Portabella, vinculado a Granada desde que en 2008 dirigiera en la Huerta de San Vicente, el lugar de veraneo de la familia García Lorca, el cortometraje Mudanza, decidió mantener la proyección de El sopar para contribuir, dijo, “a la recuperación en Granada de la memoria histórica”. El cineasta explicó que, a tenor de los correos electrónicos intercambiados en los últimos días, la prohibición fue decidida por “instancias superiores”, es decir por el responsable político del área, José Torrente.
La presencia de Portabella en Granada era gratuita. Como tiene por costumbre en la promoción de sus películas, el cineasta catalán había anunciado que correría con los gastos de desplazamiento y, si era preciso, los de alojamiento. La única sugerencia que había hecho a los organizadores era su deseo de visitar la Alhambra.
MIEDO DE LA CULTURA
“En Granada rodé hace años Mudanza, un corto en homenaje a Lorca. Y ahora, años después, ocurre esto… Para la gente del PP mi película El sopar es como un tiro porque el veto a es mí y a mi película. En el comportamiento hay un punto de chulería pero sobre todo mucho de ignorancia. Como son intolerantes no quieren aprender”, explicó desde Barcelona.
“Tienen miedo de la cultura y eso quiere decir miedo de pensar, de cultivar el pensamiento crítico. La decisión ha sido una memez y un veto tajante”, insistió Portabella.
La charla del director catalán fue programada en principio en el Palacio de los Condes de Gabia, el centro cultural de la Diputación granadina que fue, durante años, el lugar de encuentro del arte de vanguardia internacional. Hoy, las salas donde expusieron Sophie Calle o Francesc Torres, acoge una exposición de imágenes religiosas de Semana Santa y una mediocre colección de dibujos de rostros de dolorosas.
CINCO EXPRESOS EN UNA MASÍA
El Cine Club El Sur, dependiente de la Diputación, ha proyectado desde el mes de enero una decena de películas históricas y contemporáneas de carácter vanguardista y político que incluye Ciutat morta (2014), de Xavi Hortiga y Xapo Ortega; Después de… (1981), de Cecilia Bartolomé; De nens (2003), de Joaquim Jordà; Notes sur l´emigration (1960), de Jacinto Esteva y Paolo Brunato, o Vida extra (2013), de Ramiro Ledo. El ciclo Memoria del descrédito iba a ser clausurado este jueves por Pertabella y su película El Sopar, que cuenta el encuentro clandestino de cinco ex presos políticos en una masía una tarde 1974, el mismo día de la ejecución de Salvador Puig Antich, para intercambiar sus experiencias carcelarias.
Portabella, además de su carrera cinematográfica, fue un activo militante antifranquista. Como político, participó en la organización de la Asamblea de Cataluña y apareció como independiente en las listas del PSUC. Fue diputado en el Parlamento de Cataluña y senador entre 1980 y 1984.