Habla el forense que lidera las exhumaciones en Cuelgamuros: “Soy más optimista que al principio”

Habla el forense que lidera las exhumaciones en Cuelgamuros: “Soy más optimista que al principio”

Francisco Etxeberria lleva desde el pasado 12 de junio trabajando en el antiguo Valle de los Caídos en San Lorenzo de El Escorial para localizar los restos reclamados por 166 familias junto a un equipo de más de 20 profesionales.

El forense que lidera las exhumaciones en el Valle de Cuelgamuros, Francisco Etxeberria, asegura a punto de cumplirse un año del inicio de estos trabajos que es más optimista ahora que al principio, sobre todo tras identificar restos de once personas y localizar cajas de ocho localidades con más cuerpos.

Ahora puedo ser un poquitín más optimista”, comenta en una entrevista con la Agencia EFE Etxeberria, que lleva desde el pasado 12 de junio trabajando en el Valle de Cuelgamuros (antiguo Valle de los Caídos) en San Lorenzo de El Escorial (Madrid) para localizar los restos reclamados por 166 familias junto a un equipo de más de 20 profesionales, entre ellos más forenses, genetistas, historiadores, antropólogos y odontólogos.

Sin embargo, el trabajo iniciado hace ya casi un año ha dado sus frutos y han localizado la caja 198 proveniente de Aldeaseca (Ávila), de la que se han identificado 11 cuerpos de un total de 12 que han sido entregados ya a sus familiares.

Además, posteriormente encontraron cajas de ocho localidades más con cuerpos pendientes de identificación genética: Borja, Villanueva de Gállego, Biota, Calatayud, Munébrega, Morata de Jalón y Quinto de Ebro, todas ellas en Zaragoza; además de Espluga de Francolí, en Tarragona.

“Es un trastorno absoluto para la continuidad y el ritmo de trabajo”, lamenta el forense especializado en antropología, que a sus 67 años atesora una larga trayectoria al haber practicado la autopsia al expresidente de Chile Salvador Allende y haber participado en exhumaciones relacionadas con conflictos en Guatemala, México, Colombia o el Sáhara.

Debido a esta paralización judicial de las exhumaciones, todavía vigente, no es posible continuar con la búsqueda de más restos y el trabajo se limita ahora a analizar los hallados hasta el momento.

Las limitaciones del trabajo en Cuelgamuros

Etxeberria espera que lleguen a identificar hasta el 20 % de los restos reclamados por familiares, aunque subraya que es muy difícil hacer cálculos ya que, más allá del asunto judicial, todo depende de si logran localizar más cajas en las criptas, de si es posible extraer ADN y de cómo se resuelvan los análisis genéticos.

Por eso su optimismo es limitado e insiste en la importancia de que las familias sean conscientes de estas dificultades, más aún ahora que algunas de ellas han empezado a visitar los trabajos en el Valle acompañados del propio Etxeberria, de otros miembros de su equipo y de dos psicólogos.

Por el momento, han entrado en dos de las ocho capillas de la basílica, las situadas en niveles más inferiores y donde la humedad y la oscuridad es mayor, lo que obliga a acceder con equipos de protección individual, a ventilar y a instalar luz artificial.

Etxeberria explica que solo pueden buscar las cajas con restos reclamados por familiares, pero no es tarea fácil porque algunos carteles con los lugares de procedencia son prácticamente ilegibles y hay cajas con la madera “casi destruida”.

“Una cosa es buscar y otra cosa es encontrar. Nosotros no garantizamos los resultados, como pasa en medicina. Lo que garantizamos es que se han puesto los medios humanos y técnicos forenses para poder hacer esta tarea de exhumaciones”

Cuando localizan cajas las sacan del columbario y las llevan al laboratorio forense instalado en la propia basílica del Valle, junto a las capillas, donde hacen los primeros análisis y fotografías. A continuación, seleccionan unas muestras de material que sacan del lugar para su análisis genético a cargo del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, dependiente del Ministerio de Justicia.

La coordinación de los trabajos mejorará a partir del mes de junio, según Etxeberria, con la puesta en marcha del banco nacional de ADN previsto en la Ley de Memoria Democrática, ya que hasta ahora no está centralizado y tienen que cotejar las muestras con más de una decena de laboratorios de genética forense de España.

Para poder completar la tarea encomendada, Etxeberria asegura que necesitarían una legislatura entera a buen ritmo, es decir, cuatro años, pero ya llevan cerca de cinco meses seguidos con interrupciones.

Pese a su larga experiencia en exhumaciones, algunas de ellas en condiciones más complicadas incluso que el Valle, el experto afirma que su actual trabajo es “un reto verdaderamente especial” y no tiene equivalencia en ningún lugar del mundo. Por ello, comenta que hay forenses de otros países interesados en acudir al Valle y de hecho tienen previsto organizar próximamente una visita de colegas colombianos.

Hasta ahora han contado con la presencia de médicos forenses jóvenes que han aprobado las oposiciones hace poco en España y que han ido al Valle “a cuentagotas a colaborar”, ya que el acceso a los columbarios es muy complicado.

“Es un espacio muy triste, no solamente porque es oscuro o porque hay mucho polvo, sino porque te preguntas ¿cómo es que murió tanta gente?, ¿por qué hubo una guerra?”, se pregunta Etxeberria, que no olvida la vertiente histórica y humana de su trabajo.

Habla el forense que lidera las exhumaciones en Cuelgamuros: “Soy más optimista que al principio” (heraldo.es)