¿Terminó la guerra el 1 de abril de 1959?
Javier Balaustegui /24.01.2021
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Siempre se ha dicho que la guerra civil terminó el 1 de abril del 1939…
Pero…¿Y si les dijera que algunos historiadores piensan que no terminó hasta 1952?
Esta tesis es defendida entre otros por el historiador Jorge Marco, de la Universidad de Bath.
Su razonamiento es el siguiente:
La guerra civil puede dividirse en varios periodos o etapas:
La primera, podría ser llamada “guerra civil asimétrica”, en la cual dos ejércitos; uno de ellos compuesto en su mayoría por columnas milicianas, se enfrenta a otro ejército de tipo colonial, bien instruído y con suficientes armas, oficiales y experiencia.
Ese período comprendería desde 1936 hasta primeros del 37.
Otro periodo que podría llamarse “guerra convencional”, en el que dos ejércitos ya organizados se enfrentan entre si, y que podría estar comprendido entre primeros del 37 hasta el 39.
El tercer período, estaría comprendido entre el año 39 y el año 1952, en el que se desmovilizan las ultimas guerrillas antifranquistas, podría llamarse “guerra civil irregular”.
En este período, la guerra se desplaza desde los campos de batalla donde dos ejércitos convencionales se enfrentaban, a un tipo de guerra “de guerrilla”, contra pequeñas unidades guerrilleras antifranquistas que no se dieron por vencidas o que tras haber sido víctimas ellos o sus familias de la barbarie franquista decidieron huír y “echarse al monte”, donde al menos podrían tener la opción de defenderse.
En este período en el que se generaliza el uso de fuerzas de choque militares (legionarios y regulares) a quienes auxiliará la Policía y la Guardia Civil que terminará asumiendo por completo esa labor de exterminación de los guerrilleros, se generalizará el uso de la tortura, de los consejos de guerra, de la aplicación de la “ley de fugas”, de los fusilamientos sumarísimos; de los paseos, los crímenes y la ocultación de las víctimas o por el contrario de su exhibición pública como “escarnio”, “ejemplo” o como “muestra de poder” que cumplía para ellos dos funciones primordiales para el mantenimiento del “nuevo órden”: “la ejemplarización” para los disidentes, y el miedo para todos.
Estas prácticas “de guerra” de guerrillas, con infiltraciones en las partidas guerrilleras, persecuciones a familiares, amigos o vecinos de los guerrilleros, fueron minando poco a poco la moral y la existencia de las guerrillas, al privarlas de puntos de apoyo, enlaces o redes de suministro.
Se crearon además unidades de la Guardia Civil auxiliadas por grupos de falange o de somatenes, especializadas en la lucha contra las guerrillas, como por ejemplo la Brigada de Información (conocida como “la brigadilla) o las famosas “contrapartidas”, adscritas a ese servicio de información, que se infiltraban en las partidas guerrilleras o que echados al monte durante semanas, se hacían pasar por guerrilleros, vistiéndo como ellos, armados como ellos, viviendo como ellos, poder recabar la información acerca de los puntos de apoyo, enlaces o redes de abastecimiento y en muchos casos, el enfrentamiento directo y la aniquilación o desarticulación si era posible, de las partidas guerrilleras.
Como ya he dicho, la represión en esos años fue brutal, contabilizándose a veces a los caídos como “muertos en combate” y haciendo aun mas difícil, dado el número de “caídos” ocultados en fosas anónimas, la contabilización e identificación de las víctimas.
A partir del año 52, las guerrillas se desmovilizan y los guerrilleros optan por ocultarse en “zulos” en sus casas o en diversos lugares, u optan por huír de España, pasando a Francia en la mayoría de las ocasiones, salvo casos como el que ya se ha relatado de O Piloto en Galicia, que oculto, consigue resistir hasta 1965 en que es abatido.
Teniendo en cuenta que hasta el propio Franco en una entrevista en 1946 admite que “llevamos 10 años de guerra”, todo indica que efectivamente la guerra duró no sólo hasta el 46 sino hasta el 52, pero convertida en otro tipo de guerra; una “guerra irregular” o guerra de “guerrilla y contraguerrilla” que se prolongó en el tiempo.
Ese tipo de guerra, beneficiaba al régimen ya que podía ocultarse mas fácilmente a los ojos internacionales, para aparentar la “famosa” España donde “reina la paz y no hay un español sin pan”.
Esta “treta” le sirvió al dictador para poder mejorar su imagen exterior.
Lo cierto es que visto desde ese punto, la guerra civil no habría durado 3 años, sino 17 años.
Tras ese período, la represión siguió, pero de forma mas “anónima” ocultada en las comisarías de policía, en los cuartelillos de la Guardia Civil y en el interior de las cárceles, donde las detenciones arbitrarias o “preventivas”; las torturas, las palizas y los malos tratos prosiguieron hasta la muerte del dictador e incluso…mas allá.
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