Cádiz. Guardianes del Carranza

Nada, erre que erre la derecha local (y foránea) sigue intentando blanquear la figura de Carranza (Ramón).

José Luis Gutiérrez Molina / 23.09.2023/ (3) Facebook
Ahora se sacan esto de Guardianes del Carranza. Unen lo que es la afición más fiel del Cádiz, 25 años de socio, con el nombre que les gusta de lo que siempre se llamó “El Estadio” (hasta la Renfe cuando el soterramiento llamó así la parada del idem). Ya sabemos que son muy aficionados a inventarse tradiciones de ayer.
No pueden ocultar el pelo de la dehesa de la que proceden. El nombre de rancias resonancias militares y el escudo en el que dos espadas cruzan al cadista. Aquí ardor guerrero y olor a incienso cofradiero se cruzan también.
Lo que no podrán borrar, por más que lo intenten es que Ramón de Carranza fue quien fue y no precisamente una marca de conservas, que lo fue también.
Recordemos algunos rasgos de su ejemplar vida:
Personaje estrechamente vinculado a la Dictadura franquista y por haber participado activamente en la política de depuración que llevó a cabo el régimen.
El hecho de que Ramón de Carranza fuera rápidamente nombrado alcalde y Gobernador Civil de la ciudad de Cádiz en cuanto ésta cayó en manos de los golpistas nos hace plantearnos qué características tendría este hombre para que los sublevados le dieran tanta confianza en uno de los momentos más delicados para este bando.
De antes, su pensamiento era de un conservadurismo totalmente reaccionario. Hablamos de un terrateniente, procedente de una familia de similar posición; Carranza es alguien que tenía relaciones con el caciquismo, y que dentro de su discurso regeneracionista prometió acabar con él pero no puso medidas para lograr este objetivo, mostrando la realidad de su posicionamiento.
Ideológica y políticamente, Ramón de Carranza debió resultar simpático al régimen Franquista, dada su intenta colaboración con la Dictadura de Miguel Primo de Rivera y por haber estado implicado, durante la II República, en grupos golpistas como Acción Ciudadana y Renovación Española, un dato este último, que le aparta de la idea colectiva –heredada por la propaganda del Régimen- de un alcalde que actuó durante el periodos de dictaduras pero que al margen de ideologías buscó hacer lo mejor de la ciudad, ya que su ideario se encuadraba perfectamente con la doctrina franquista y colaboró con grupos que participaron activamente para que las ambiciones golpistas se llevaran a cabo.
Comenzada la contienda, Ramón de Carranza fue el impulsor de una Comisión depuradora de funcionarios municipales, y por lo tanto, uno de los responsables de la cruenta represión llevada a cabo por nuestra ciudad.