La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) entrega en Azlor (Somontano de Barbastro) los restos de Fausto Lalaguna Sanromán, fusilado por los golpistas en mayo del 37 en Jaca.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) entrega en Azlor (Somontano de Barbastro) los restos de Fausto Lalaguna Sanromán, fusilado por los golpistas en mayo del 37 en Jaca. La inhumación trae paz a su familia tras 88 años de silencio e impunidad. Cada cuerpo que vuelve a casa ilumina el lugar donde siguen esperando los miles que faltan.

arainfo.org

Tamara Pastora

24.10.2025

Yayo, ya estás en casa | Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica

Yayo, ya estás en casa. Por fin descansan tus huesos junto a aquellas que tanto te buscaron. Con la voz quebrada por la emoción y los nervios propios de quien alcanza por fin lo largamente anhelado, Nani Fernández Lalaguna —la menor de los seis nietos de Fausto Lalaguna Sanromán— cerraba así el texto con el que recibía los restos de su abuelo Fausto, identificados genéticamente tras 88 años de silencio e impunidad. Nani, de 53 años, cierra la búsqueda que comenzaron su abuela y su madre, que tenía tan sólo dos años cuando asesinaron a Fausto. Pero en el camino de la memoria en España aún no hay finales definitivos: cada cuerpo que vuelve a casa ilumina el lugar donde siguen esperando los miles que faltan.

Fausto Lalaguna Sanromán tenía 32 años y era vecino de Biescas. En el momento de su asesinato vivía en la casa de forestales de Panticosa con su pareja, Rosario Mur Salas, y su hija, Rosario Lalaguna Mur. Capturado por los sublevados, fue llevado primero a Biescas y después a dependencias militares en Jaca. Fue fusilado en día festivo, el 2 de mayo de 1937. En ese entonces, el régimen había prohibido la conmemoración obrera del 1º de mayo transformándola en la Fiesta de San José Artesano desde 1955, siguiendo la iniciativa del papa Pío XII, para darle un sentido católico y apolítico vinculado al trabajo y sus virtudes, las antípodas de la lucha de clases o la defensa de los derechos de las trabajadoras. Pero el 2 de mayo también era festivo, uno patriótico, que conmemoraba el levantamiento de 1808 contra las tropas napoleónicas. El día en que asesinaron a Fausto llovió en Jaca y los balcones lucían banderas y se dieron vítores a España y a Franco. Cuando Fausto y Jesús son asesinados en mayo de 1937, Jaca lleva casi un año en manos de los militares sublevados. Por tanto, no se trata de un contexto de combate. Es decir, los golpistas asesinaron civiles desarmados en zonas donde no se puede hablar de contienda como tal.

En el momento de su detención y posterior fusilamiento, su mujer Rosario estaba embarazada de su segunda hija, que nunca conocería a su padre, y Rosario hija contaba con apenas dos años de edad. El cuerpo de Fausto fue arrojado a una de las fosas del fondo del cementerio municipal de Jaca, el viejo. Era electricista, trabajaba para el Balneario de Panticosa y, según los fondos documentales de la Fundación Bernardo Aladrén, estaba afiliado a la Unión General de Trabajadores (UGT).

Los trabajos de excavación por parte de la ARMH se realizaron entre el 17 y el 18 de julio de 2024 en el cementerio de Jaca, con el objetivo de encontrar dos fosas individuales con los restos de Jesús Guerrero García, además de los de Fausto. Siguieron la guía fundamental del libro de enterramientos del Círculo Republicano de Jaca -que llevan décadas comprometidos con la recuperación de la memoria de las víctimas jacetanas- y que habían realizado incluso bocetos a mano alzada del camposanto que posteriormente se digitalizaron.

El informe final de la ARMH recoge que el cuerpo se encontró en decúbito prono con el cuerpo ladeado. Y añade: “Las lesiones óseas observadas presentan evidencias objetivas de disparo de arma de fuego en el tórax (…) La localización del enterramiento, sin rito funerario alguno, determina la intención de deshumanizar a la víctima y ocultar su cuerpo en una zanja destinada a un enterramiento colectivo”. Junto a los restos óseos se hallaron botones, hebillas y un mechero.

La inhumación de Lalaguna Sanromán tuvo lugar este jueves, 23 de octubre, en Azlor, donde está enterrada su pareja y su hija. El acto fue íntimo y breve, con presencia de familiares del propio Fausto, así como de otras víctimas de la represión franquista de la misma zona. Su nieta Nani tomó la palabra para agradecer a todas las personas que han hecho posible que su abuelo descanse con la dignidad que merecen los seres humanos, y lo hizo subrayando el compromiso, la entrega y el cariño recibido por parte de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, que estuvo representada por varias de las personas que hallaron y exhumaron a Fausto y a Jesús, así como otros voluntarios de la entidad.

Dijo: “Duele el trayecto hasta aquí, pero hay un gran alivio. Me encuentro muy en paz. La paz y la tranquilidad que me llevo de que ahora sí descansa”. La satisfacción de haberlo conseguido no es baladí: no sólo se trataba de escarbar en la tierra y hallar su cuerpo, sino especialmente que la genética diga que sí es él en la concordancia abuelo-nieta, como así ha sido. Nani agradeció también a su prima de Biescas Pilita Fañanás y su marido Eduardo, y especialmente a Toño Lalaguna, por lo que aportó para llegar a localizar a Fausto y las facilidades que le brindaron todos ellos. También tuvo palabras para las personas memorialistas de Jaca, “que hicieron todo más llevadero en la exhumación de las fosas los calurosos días de julio de 2024” y mencionó a las investigadoras oscenses Irene Abad Buil y Sescún Marías Cadenas, con un ya largo recorrido y compromiso con la memoria democrática en Aragón.

“Ante la ausencia de un Estado español que se haga cargo íntegramente de la reparación, recuperación de los cuerpos y entrega y reparación a las familias, está la ARMH aquí y te entregamos este informe”. Fueron las palabras de Serxio Castro Lois, a cargo de la dirección arqueológica de los trabajos realizados en Julio de 2024 en Jaca. Tal y como reclama la investigadora monegrina Sescún Marías Cadenas, “ningún ciudadano, ciudadana o asociación debería estar peleando por recuperar a sus muertos. Se trata de una obligación de Estado”. Y sin embargo, aun con Ley de la Memoria Histórica de 2007 sustituida por la Ley de Memoria Democrática de 2022 sobre el papel, las autoridades españolas mantienen una timidez sonrojante sobre el terreno.

Cuadernillo realizado por Javier López Hijos, del Círculo Republicano Galán y García de Jaca. Los bocetos de este libro de enterramientos están basados en el registro clandestino del enterrador de Jaca y en los testimonios de los familiares de las víctimas. De momento, cuenta Laura Climente, secretaria del Círculo Republicano, lo que mostraban los bocetos ha coincidido con lo que había bajo tierra al abrir las fosas en las exhumaciones más recientes.

Fuente:https://arainfo.org/yayo-ya-estas-en-casa/

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