El belén: un símbolo nacionalcatólico

Durante el franquismo, el belén no fue solo un símbolo religioso, sino también un emblema de la identidad nacional. El régimen promovió activamente su instalación en todos los hogares españoles, sin importar su condición económica, como una forma de consolidar un modelo de familia patriótica y católica. La Sección Femenina, encabezada por Pilar Primo de Rivera, jugó un papel crucial en esta difusión, instruyendo a las mujeres sobre cómo preservar y transmitir esta tradición a las nuevas generaciones.

“El ‘Nacimiento’ debe instalarse en todos los hogares cristianos, que es como decir en todos los hogares españoles”, declaraba la propaganda del régimen, que veía en este acto no solo un compromiso religioso, sino también una afirmación de identidad nacional y patriótica. Las mujeres, como custodias del hogar, tenían la responsabilidad de asegurar que cada familia se ajustara a esta norma, convirtiendo el montaje del belén en una tarea esencial para mantener el orden social y moral del país (Peña Martín, 2022).

La radio: canal de propaganda estatal

La radio, especialmente Radio Nacional de España (RNE), fue otro de los medios utilizados por el franquismo para consolidar su visión del mundo y difundir los valores del régimen. Las emisiones navideñas de la radio no solo promovían la religión, sino que se convertían en una oportunidad para reforzar el mensaje político y patriótico de la dictadura. Durante la Navidad, RNE transmitía misas, villancicos y programas especiales que no solo exaltaban la figura de Cristo, sino también los logros del régimen franquista.

Desde 1939, RNE transmitió la misa de Nochebuena a nivel nacional, convirtiéndola en un acto de unidad espiritual y nacional. Además, la música navideña, como los villancicos, se usó como una herramienta para reforzar el “patrimonio cultural” de España, vinculado directamente al catolicismo y al franquismo. El control de la radio por parte del régimen no solo buscaba inculcar una devoción religiosa, sino también un sentimiento de pertenencia a una nación unificada bajo los ideales del franquismo (Gómez García, 2025).

El discurso inaugural de Franco en 1937, durante la creación de Radio Nacional de España, subrayó la importancia de los medios para transmitir los valores del régimen. “En el orden religioso, la persecución enconada de los marxistas y comunistas a cuanto representase la existencia de una espiritualidad, de una fe o de un culto, oponemos nosotros el sentimiento de una España católica con sus Santos y sus Mártires…”, expresó Franco, vinculando directamente la Navidad a la lucha ideológica del régimen y al fortalecimiento de una España católica y unificada (Gómez García, 2025).

La mujer y la familia en la Navidad: la propaganda del rol tradicional

En la España de Franco, la mujer no solo era vista como la encargada del cuidado de la familia, sino también como la principal responsable de la transmisión de los valores del régimen. La Sección Femenina promovió activamente la figura de la mujer como madre y esposa ejemplar, responsable de educar a los hijos en los valores nacionales y católicos. Durante la Navidad, este rol se veía particularmente reforzado. Las mujeres no solo eran las encargadas de montar el belén, sino que también debían asegurarse de que las festividades se celebraran de acuerdo con los principios del régimen.

Las campañas de la Sección Femenina alentaban a las mujeres a formar “familias con una base exacta de austeridad y de alegría”, y aseguraban que el montaje del belén era un acto patriótico y cristiano (Peña Martín, 2022). La Navidad, así, se convertía en un acto de reafirmación de los valores del régimen, en el que la mujer jugaba un papel fundamental al garantizar que la tradición no se perdiera y que las nuevas generaciones crecieran bajo el modelo de familia que el franquismo promovía.

El rechazo a las tradiciones extranjeras: el árbol de Navidad

El franquismo también se destacó por su rechazo a las tradiciones extranjeras, especialmente el árbol de Navidad, que se percibía como una influencia no española. En su lugar, se fomentó la instalación del belén, que el régimen veía como una tradición puramente española y alineada con los ideales católicos. La Navidad, bajo el régimen, no solo debía ser una celebración cristiana, sino también una afirmación de lo “auténticamente español”.

El árbol de Navidad, de origen germánico y adoptado por otras culturas europeas, fue considerado un símbolo “ajeno” a la identidad nacional española. En su lugar, el belén se convirtió en el único símbolo aceptado, reforzando no solo la devoción cristiana, sino también la identidad cultural de un país que, según el régimen, debía mantenerse alejado de influencias extranjeras y puramente centrado en sus tradiciones más “auténticas” (Peña Martín, 2022).

La Navidad como herramienta de control

La Navidad bajo el franquismo fue mucho más que una festividad religiosa; fue una herramienta clave en la consolidación de la ideología del régimen. A través del belén, la radio y el control sobre el rol de la mujer, la Navidad se convirtió en un medio de reforzar el orden social, político y religioso del franquismo. El régimen no solo utilizó la Navidad para inculcar valores cristianos, sino también para consolidar una identidad nacional unificada, que se alineaba con los principios del nacionalcatolicismo.

Cada aspecto de la celebración navideña, desde el montaje del belén hasta las emisiones de la radio, fue diseñado para reforzar los valores del franquismo y garantizar que las nuevas generaciones crecieran bajo el control ideológico del régimen. La Navidad, por tanto, no solo celebraba el nacimiento de Cristo, sino también la “renovación” de España bajo la égida de Franco.

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