El Clapton CFC profundiza su compromiso con los valores de la Segunda República con un monumento a los voluntarios británicos
¿Qué hace un monumento a las Brigadas Internacionales en un campo de fútbol de un equipo amateur del este de Londres? Puede que el fútbol siempre sea política, por ejemplo, cuando juegan Barça y Madrid una final de la Copa del Rey o ¿cuándo aparecen tres ministros, del PP o del PSOE, en el palco del Bernabéu? Probablemente. El fútbol, además, es también memoria personal y vínculos emocionales entre padres, madres e hijos e hijas. Y seguro que también es, por supuesto, historia colectiva.
Aún más. Contradiciendo lo que con mucho entendimiento escribía el escritor uruguayo Eduardo Galeano en El fútbol a sol ya sombra, este deporte, en ocasiones, puede ser utilizado no como un instrumento de “manipulación y de distracción de las masas”, sino como una herramienta de concienciación social en valores solidarios y progresistas. Lo ha demostrado una vez más el modesto, pero muy popular Clapton CFC –fundado en el 2018–, que juega la Southern Counties East Football League Division One, ocho categorías por debajo de la famosa Premier.
La iniciativa, viralizada a través de las redes sociales, fue todo un éxito. El club ha vendido desde entonces más de 20.000 en todo el mundo y con las más de 400.000 libras Ground, en el distrito de Newham, en el este de la capital británica.
Y en el interior del recinto, el sábado 26 de abril, coincidiendo con el 88 aniversario del bombardeo de Gernika, se inauguró un memorial en homenaje a los 16 brigadistas internacionales que salieron de Newham para luchar contra el ejército del general Francisco Franco. Como explica Kevin Blowe, del Clapton CFC, desde que lanzaron “la segunda equipación”, quisieron “rendir homenaje a la deuda de gratitud hacia aquellos que se ofrecieron voluntarios para unirse a la lucha contra el fascismo en España”. “Siete años después, nos enorgullece profundamente que el Clapton CFC haya podido financiar un memorial para quienes ayudaron en la defensa de la República española entre 1936 y 1939”, dice.
El monumento, que se suma a las docenas de memoriales que recuerdan a las Brigadas en todo el Reino Unido, incluye un poema de David Marshall, uno de los voluntarios que con dieciocho años acudió a España. Marshall murió en el 2005, pero asistió, emocionada, su viuda, la actriz Marlene Sidaway –conocida en Reino Unido por el papel de Brenda Taylor en Coronation street–, presidenta de honor delInternational Brigade Memorial Trust (IBMT), la entidad que preserva el legado y la memoria de los brigadistas –unos 2.500 del Reino Unido e Irlanda– que lucharon contra Franco. El último británico vivo, Geoffrey Servante, falleció en el 2019, a punto de cumplir cien años.
Para amortiguar el acto con un tono incluso épico, Billy Bragg, el autor de canciones como En new England, ofreció algunos casi himnos vinculados a la Guerra Civil Española: entre otros, Jarama valley, escrita por Alex McDade, un voluntario del Batallón Británico de la XV Brigada Internacional. Todo ello, la discreta presencia entre los asistentes del historiador Paul Preston ayudó a evocar lo que se perdió con la victoria del franquismo. De rebote, se reivindicó la necesidad de seguir haciendo memoria como hace el historiador en su monumental El holocausto español;como hace elInternational Brigade Memorial Trust y cómo hace el Clapton CFC con su iniciativa. En ese caso, desde un modesto campo de fútbol del este de Londres.
Las Brigadas Internacionales renacen en un campo de fútbol del este de Londres