Los arqueólogos exhuman más víctimas del franquismo en la segunda fosa común de Nigüelas.

Las víctimas fueron asesinadas en 1947 y arrojadas a esta fosa, durante la represión franquista de la postguerra

Ciudadanía Paco Vigueras Sábado, 15 de Abril de 2023/ Granada

Foto: Los antropólogos tendrán que ordenar los restos óseos y reconstruir los esqueletos de las víctimas. ArqueoAntro.

Paco Vigueras, periodista y portavoz de la Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación, actualiza la última información sobre los trabajos que el equipo de ArqueoAntro lleva a cabo en el cementerio de Nigüelas, donde han localizado una segunda fosa.
El equipo ArqueoAntro, dirigido por el arqueólogo Miguel Mezquida y el antropólogo Javier Iglesias, ha abierto otra fosa común en el cementerio de Nigüelas. Con este nuevo hallazgo, serían ya 27 las víctimas del franquismo aparecidas en este municipio granadino. Es la tercera intervención que realiza ArqueoAntro, gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Nigüelas y a una subvención de 20.000 euros de la Federación Española de Municipios y Provincias. Precisamente, unos desconocidos han entrado en el cementerio para romper la pancarta que informaba sobre el apoyo de la FEMP a este proyecto de memoria republicana y democrática.

Después de una semana de intenso trabajo, a pico y pala, el equipo ArqueoAntro ha localizado por fin una fosa común del año 1947, que no consiguió encontrar el año pasado, pues se quedó sin presupuesto y los testimonios orales eran confusos. Según los arqueólogos, esta fosa fue profanada durante la dictadura para realizar enterramientos posteriores, por lo que han encontrado un amasijo de huesos revueltos. Los antropólogos tendrán que ordenar los restos y reconstruir los esqueletos de las víctimas. Más tarde, serán identificadas en el laboratorio de ADN de la Universidad de Granada.

La conocida como fosa del 47 ha sido documentada por el historiador Alfredo Ortega, que está en contacto con los familiares de cinco de las seis personas, que calcula están enterradas en dicha fosa. Son víctimas de la postguerra, procedentes de pueblos de la Alpujarra, como Órgiva, Soportújar o Carataunas, que fueron trasladadas al río Torrente, próximo a Nigüelas, y fusiladas”.

Esta vez, el régimen franquista abrió un expediente para justificar el crimen, que decía así: “El capitán de la Guardia Civil, Rafael Caballero Ocaña, a las 23 horas del día 5 de octubre, tuvo noticias de la aparición de un grupo de guerrilleros en la Sierra de Dúrcal que marchaba con dirección a la Sierra de Lanjarón. Con esta información, marchó el citado oficial con la Fuerza a sus órdenes al río Torrente, lugar estratégico, oculto y de paso obligado de una a otra sierra, desplegando en los márgenes de dicho río grupos de guardias, de forma que quedaron taponados todos los pasos”.

El servicio de emboscada se mantuvo hasta que, a las 5.30 horas del día siguiente, vio acercarse varias siluetas de hombres… cuando les tuvo a pequeña distancia y vio que se trataba de hombres armados, le fue dada la voz del alto a la Guardia Civil, a lo que contestaron con varios disparos de escopeta. Repeliendo la agresión seguidamente; cayendo dos de los bandoleros a los primeros disparos, emprendiendo los restantes la huida y siendo seguidos por la Fuerza. Resultando cuatro más muertos y logrando desaparecer dos más”.

El historiador Alfredo Ortega ha investigado el caso y cuestiona esta versión oficial, que considera un montaje de la Guardia Civil. Según el testimonio de cinco familiares de las víctimas, los vecinos fusilados en el Río Torrente no eran guerrilleros, ni fueron detenidos en la Sierra. Los guardias hicieron una redada por la noche, los detuvieron en sus casas y los trasladaron al Río Torrente, donde fueron ejecutados de forma extrajudicial. Más tarde, pusieron armas junto a los cadáveres para hacer creer que eran guerrilleros. “Por tanto -afirma Ortega-, el enfrentamiento de la Guardia Civil con la guerrilla nunca existió, fue un simulacro”.

Alfredo Ortega está investigando otra posible fosa común en Nigüelas, aún sin localizar. En esta investigación cuenta con el testimonio de Carmen Ortega López, vecina del pueblo. Carmen tenía 19 años cuando fue testigo, en 1936, de fusilamientos en la Venta del Hoyo.

ArqueoAntro ha anunciado ya su compromiso de volver a Nigüelas, si se confirma la existencia de esta tercera fosa, para seguir exhumando a víctimas del franquismo, devolverlas a sus familiares y que reciban una sepultura digna.

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