Nace un nuevo fenómeno, Historias desobedientes: personas que descubren que su padre o abuelo fue un delator o un asesino y quieren reparar el daño causado
Los descendientes de los delatores, torturadores o asesinos de la dictadura franquista rompen 80 años de silencio y comienzan a alzar la voz para desmarcarse públicamente de sus antepasados y pedir perdón a las víctimas. El movimiento ‘Historias desobedientes’ que surgió en 2017 en Argentina y se extendió rápidamente a Chile, Uruguay y Brasil llega ahora a España donde Loreto Urraca (nieta de Pedro Urraca, miembro de la Gestapo que capturaba a los republicanos exiliados en Francia) es su cara más visible.
En Mallorca algunos de los descendientes de los victimarios del franquismo han dado ya los primeros pasos para contactar con los descendientes de sus víctimas. Ha ocurrido en Son Coletes (Manacor) y ya había habido algún precedente menos explícito en Porreres, aunque hasta ahora no se ha programado ningún encuentro entre víctimas y victimarios. En contraposición con Loreto Urraca, que ha expuesto públicamente su repudia al abuelo e incluso ha escrito un libro y ha creado una web para difundir su historia, en Baleares hasta el momento, los victimarios prefieren mantener el anonimato.
El colectivo nacido en 2017 en Argentina llega a España
Historias Desobedientes nació 2017 en Argentina. «Uno de los testimonios que se hizo público y que permitió que los descendientes de los asesinos nos encontráramos por redes sociales fue el de Mariana Dopazzo, exhija de Miguel Etchecolatz. Ella decidió quitarse el apellido del padre que fue uno de los genocidas más salvajes y crueles de la última dictadura en Argentina», explica Pilar Funes, miembro del colectivo e hija adoptiva del que cree que fue un «suboficial de la dictadura. Funes sospecha que es una ‘hija robada’ y llegó hasta Historias Desobedientes tras una visita a las abuelas de la Plaza de Mayo. Nestor Rojo, otro de los victimarios más activos de Argentina, cuenta que descubrió su verdadero origen ya mayor al ver en el reflejo del espejo su pelo cubierto de canas. El que conocía como su padrino era realmente el comisario Mario, su verdadero padre (amante de su madre), condenado por delitos de lesa humanidad en la megacausa Base Naval Mar del Plata. «Ello me llevó a tener una impresión personal y descubrir otras cosas. Entre ellas que en la localidad donde vivía cuando era niño se realizaban torturas, con la presencia incluso de mi madre», dice.
Hoy el colectivo tiene 36 miembros en Argentina, 5 en Uruguay, 5 en Chile y 3 en Brasil, a los que se ha sumado Loreto Urraca en España.
«Es importante que las personas que están pasando por esto sepan que no son las únicas y que no están solas. Podemos acompañarlas sin romper con su anonimato si lo desean», dice Urraca. La pueden contactar a través del correo historias.desobedientes.es@gmail.com . La nieta de ‘El cazador de rojos’ quiere dejar claro que «no intentamos asimilarnos con las víctimas, sino todo lo contrario. Tenemos las mismas reivindicaciones y les apoyamos, no reclamamos nada para nosotros». Ella se ha posicionado públicamente en contra de su abuelo y del lado de sus víctimas, condenando los crímenes de lesa humanidad que cometió. «Es menos complicado ‘desobedecer’ el mandato familiar y repudiar a tu abuelo cuando tienes un apellido que pesa tanto como el mío y no tienes un buen vínculo familiar pero el drama es que algunos de aquellos asesinos eran buenos padres», dice la nieta del policía torturador.
Pilar Urraca es una de las protagonistas que ayudan a contar la historia de su abuelo, Pedro Urraca, en el documental Pedro Urraca, Cazador de Rojos, dirigido por el documentalista Pedro Echave, que coordinó junto a Maria Antonia Oliver la primera fase de la exhumación de la fosa de Porreres y que se estrenará en los próximos meses. Policía franquista, agente E-8001 de la Gestapo y colaborador del Régimen de Vichy, Urraca era apodado ‘El cazador de rojos’. Fue el responsable de la persecución, detención y expolio de numerosos antifranquistas exiliados en Francia durante la ocupación nazi.
Memoria Histórica: Los hijos del franquismo piden perdón (ultimahora.es)