El viernes 12 diciembre, la Facultad ha recuperado una pintada que se conserva de aquella época y, sobre ella, un mural, realizado por Alicia León Gordo, que de acuerdo con el decano Ángel Luis Rubio Moraga “no será sólo un elemento decorativo en la Facultad, sino una frontera simbólica que hemos decidido traspasar”.

Antes de la inauguración oficial del mural se ha celebrado un encuentro, en el salón de actos Carlos Saura, que ha reunido a familiares, docentes, estudiantes, representantes institucionales, y miembros de colectivos de memoria democrática. En dicho acto, el decano de Ciencias de la Información aseguró que este mural supone una restauración de la memoria de dos estudiantes, José Luis Montañez Gil y Emilio Martínez Menéndez, muertos por disparos, en lo que supone “un reclamo directo a la historia, a la conciencia y a la responsabilidad que tiene esta Facultad y, sobre todo, a esta Universidad como institución pública, frente a los hechos que han acontecido y que, lamentablemente, hemos dejado olvidar”.

Durante décadas, la historia de José Luis y de Emilio permaneció oculta, literalmente oculta, bajo capas de pintura y “también bajo el peso de un silencio que nunca debió instalarse en una institución como esta, y aquel grafiti espontáneo en una pared de la quinta planta, con palabras que nacían del dolor y de la rabia de compañeros de su generación, quedó reducido a un rastro borrado, a un testigo mudo de una herida que seguía y sigue abierta”.

Gracias a la intervención de la profesora Cristina Mateos se ha podido recuperar tanto aquella pintada original como la historia de estos dos jóvenes que junto a otros cientos de miles de su generación “creían en un país mejor, jóvenes que reclamaban educación, libertad y justicia, no pedían privilegios ni gestos heroicos, pedían derechos”. Los mismos derechos que hoy disfrutamos gracias a las luchas como la suya y que no hay que olvidar, porque “algunos discursos políticos actuales, insensibles, crueles y olvidadizos con el pasado pretenden erosionarlos y banalizarlos”.

Opina el decano que esta obra de Alicia León, que ya se puede visitar en la quinta planta de la Facultad, “ha conseguido realmente transformar algo evidente, la ausencia de dos personas, en una presencia constante y permanente. Esta obra es la demostración también de que el arte comprometido es una forma para reparar, que puede incomodar, por supuesto, pero que sirve para abrir caminos para la memoria”.

Cristóbal Fernández Muñoz, vicedecano de Comunicación y Relaciones Institucionales de la Facultad dio las gracias a todos los que han hecho posible esta recuperación de la memoria, el comisionado de la Celebración de los 50 años de libertad en España de la secretaria de Estado Memoria Democrática, la Unidad de Igualdad de la Universidad Complutense, el Colectivo de Olvidados de la Transición, Volando Vengo, y el diario Infolibre. Jesús Maraña, director editorial de dicho diario, comenzó la carrera de Periodismo precisamente en aquel año 1979 en el que perdieron la vida los dos estudiantes homenajeados y recuerda que los primeros meses en esta Facultad no se dedicaban “fundamentalmente a estudiar sino a aprender lo que significaba la democracia, la lucha cívica y el movimiento estudiantil”.

Ha rememorado también que en aquellos años había manifestaciones constantes, en las que participaban cientos de miles de personas de la sociedad civil que son los que propiciaron la transición en nuestro país, y no los personajes que siempre se han identificado como sus autores. Además, según Maraña, también hay que dejar atrás “la imagen de una transición pacífica modélica, que prácticamente tenía un libro de instrucciones y se fue cumpliendo a rajatabla, salvo algún sustillo, porque es una concepción absolutamente falsa y es importante que se reivindique la realidad”.

Cristina Gustrán, comisionada para la Celebración de los 50 años de libertad en España, ha recordado que en 1975 no “llegó la libertad, ni la democracia”, sino que se celebra el camino hacia ellas que posibilitó la muerte de Franco. Desde la secretaría de Estado quieren dar a conocer el pasado reciente de la transición, donde las universidades tuvieron un papel clave que siguen jugando, y de ahí que sea necesario “seguir apoyando a las universidades públicas”.

Otro objetivo es “celebrar que ya no vivimos en una dictadura, pero sin triunfalismos y con un espíritu crítico y sobre todo poniendo de relevancia la importancia que tuvieron los movimientos sociales, toda esa gente anónima que no ha sido recogida como debería muchas veces en los anales de la historia oficial”. Y el tercer y último objetivo es “crear espacios de encuentro para la discusión, para el debate, para hablar de qué hacemos con este pasado, cuál es el papel de la memoria en el presente y cómo construimos con ella el futuro”.

Terminó la presentación institucional Isabel Tajahuerce Ángel, delegada del rector para Igualdad, quien ha resaltado la importancia de la poesía, que en aquellos tiempos se usaba como “un arma de lucha que parece que también se está perdiendo”. Los dos jóvenes homenajeados en esta jornada también escribían poemas, dos de los cuales se pudieron escuchar musicalizados por tres estudiantes de la Facultad: Claudia López Marcos, Alessandra Gamboa Salas y Alejandro López Marclay.

La jornada se completó con una mesa redonda sobre los movimientos estudiantes del 79, palabras de los familiares y del Colectivo de Olvidados por la Transición, y con la proyección del documental Las armas no borrarán tu sonrisa.

Tribuna Complutense