José Luis Gómez revela en “Vuelan palomas” el uso los sermones como arma de condena
“Vuelan palomas. Arte de sermones para tiempos inciertos”, es una obra con la que José Luis Gómez regresa a la dirección de escena en la que sitúa a los actores como predicadores “cómicos de la lengua que se atrevían con la sátira social, la denuncia moral y la crítica política”.
Director y coautor de la obra, José Luis Gómez ha explicado este viernes en rueda de prensa que la idea de este espectáculo surgió a partir de una conversación con José Manuel Blecua, exdirector de la Real Academia de la Lengua, que le dio a conocer la importancia de los sermones eclesiásticos en el desarrollo de la lengua española y la compilación que había hecho de ellos Miguel Herrero.
El dramaturgo cuenta que al leerlo comprobó que los sermones del siglo XVI habían servido no solo para el desarrollo de la lengua español, “también habían servido para quemar y torturar judíos, protestantes, luteranos o musulmanes”, eran un arma de condena y liberación y los recupera por la necesidad de realizar “una memoria histórica de nuestro pasado”.
Javier Huerta, coautor de la obra, ha reconocido que aunque no creía en un principio mucho en este espectáculo, descubrió que la mujer era clave en esta historia a pesar de que fueron apartadas para predicar.
“En contadas veces la mujer dijo sermones”, advierte, se las consideraba incapaces para transmitir verdades de la fe, pero lejos de silenciarse, las religiosas como sor Juana Inés de la Cruz o Teresa de Cartagena utilizaron la poesía o la oración para expresarse.
“Los sermones son un ejemplo de lo monológico porque solo hay un punto de vista, en el otro lado está el condenado por los predicadores”, añade Huerta.
Una obra en la que se representará durante un mes en dos teatros distintos: del 12 al 22 en el Teatro de la Comedia y del 26 de octubre al 12 noviembre en el Teatro de La Abadía, interpretada por Lidia Otón, Roberto Mori, Clemente García, Marcos Toro y el músico Alberto Granados.
