Señor académico, su desinterés puede ser complicidad
Me importa una higa que al tal Pérez Reverte no le interese la Guerra de España y dé el asunto por superado. Allá cada cual con su conciencia y sus valores cívicos y morales.
Pero él y todo el mundo deben saber que hay decenas y decenas de miles de compatriotas míos que sí les interesa. Son familiares vivos aún de decenas y decenas de miles de compatriotas demócratas que fueron asesinados por los vencedores, golpistas y traidores a España y a la República, tras el final de la Guerra, o sea, “en tiempos de paz” como llamaban cínicamente los vencedores a aquel horror de miedo y de muerte.
La lista de asesinados y desaparecidos hasta hoy la encabeza nuestro inmortal Federico García Lorca. ¿Le sonará al ilustre académico?
Hasta que no hayan sido encontrados y honrados los restos de esas decenas de miles de asesinados y desaparecidos en tiempos de supuesta paz, la Guerra de España seguirá abierta para muchas familias de vencidos que seguirán teniendo derecho a la Verdad, la Justicia y la Reparación, tal como establecen nuestras leyes de Memoria Democrática, las mismas que nuestras derechas patrias se enorgullecen de despreciar e incumplir.
No hay el menor aliento de rencor o venganza. Las víctimas del bando rebelde fueron honradas y privilegiadas durante los 40 años que duró la dictadura franquista. Es de justicia y humanidad que los demócratas vencidos sean encontrados y enterrados con honor… tras más de 40 años ya de Democracia.
Solo así se pasa página de verdad y se supera una guerra llamada “civil”. Eso debiera saberlo Pérez Reverte, pues se le presupone inteligencia y moralidad, ya que la ausencia de ellas sería una tara inconcebible en alguien que ocupa plaza en la Real Academia de la Lengua Española.
A veces es necesario echar mano de poco más de 300 palabras para recuperar verdades obvias. Es un derecho que nos asiste a los usuarios de a pie de la Real Academia.