Justicia y reparación, un gesto que sana heridas y cierra un ciclo abierto de manera violenta hace décadas, aunque el dolor siga presente, pero ya con la certeza de saber dónde están los suyos. Sentimientos encontrados que han vuelto a darse cita en la localidad ciudadrealeña de Manzanares, donde se ha hecho entrega de los restos de 21 represaliados de la dictadura franquista a sus familiares.

Víctimas de la represión que fueron localizadas -y que han podido ser identificadas- durante los trabajos de exhumación llevados a cabo en el cementerio manzanareño en mayo del año pasado, en la tercera fase de un ambicioso proyecto puesto en marcha en 2021 para recuperar a las 288 víctimas repartidas en dieciséis fosas comunes.

Un acto de homenaje que ha presidido el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, quien ha recordado que desde 2019 en España se han recuperado casi 9.000 cuerpos, casi la mitad de las aproximadamente 20.000 víctimas que podrían ser exhumadas, y ha subrayado que el objetivo del Gobierno es llegar al cien por cien, “que no quede nadie en ninguna fosa, pozo o cuneta”.

Durante el acto, Torres ha estado acompañado por el vicepresidente segundo del Ejecutivo regional, José Manuel Caballero, quien ha subrayado que “recuperar a quienes fueron asesinados por pensar diferente es dignificarlos”, y el alcalde de Manzanares, Julián Nieva, que ha reivindicado el trabajo conjunto de las administraciones que ha permitido recuperar a los 288 represaliados de las fosas de la localidad, devolviéndoles la dignidad y resarciendo el dolor de las familias

De este modo se ha hecho entrega a los familiares de los restos de una veintena de víctimas de la represión franquista que se han identificado en esta fase.

Entre ellos los de Bernardo García-Abadillo, cuyo hijo, que contaba con tres años cuando se le llevaron, hoy ya octogenario, ha podido recuperar ocho décadas después los restos de su padre. “Una persona a la que le gustaba muchísimo leer, militaba en la UGT y ayudaba a la gente”, recuerda Marne García-Abadillo, emocionado y agradecido por este reencuentro que “significa tanto”.

Pero Manzanares tampoco se olvida de aquellos a quienes no se ha podido identificar aún, y para ellos el ayuntamiento ha habilitado un mausoleo, para que “todos descansen en un lugar digno”.

Un proceso de identificación de los cuerpos localizados en aquellas exhumaciones, que se han llevado a cabo de forma paralela al inicio de los trabajos de la última fase del proyecto en las ocho fosas comunes del cementerio que quedaban pendientes de intervención.

Tan solo unos meses antes, se procedía a la entrega de los restos a seis familias de represaliados del franquismo, ejecutados en 1940 y arrojados a fosas comunes del cementerio, así como a dar sepultura a los de otras siete víctimas de la dictadura que no han podido ser identificadas. Restos que fueron exhumados durante la campaña llevada a cabo en marzo de 2022 en las fosas 1 y 2 del camposanto manzanareño.

Compromiso con la memoria

Compromiso con la dignificación de las víctimas y la recuperación de la memoria en los que esta localidad ciudadrealeña se ha propuesto ir un paso más allá y plantear el primer museo de memoria democrática de Castilla-La Mancha, que tendrá como sede la antigua cárcel franquista.