Fuente: Público 13/11/ 2025
Es arriesgado criticar un proyecto sin conocerlo en sus detalles, pero el plan de resignificación de Cuelgamuros que ha salido elegido en el reciente concurso público no augura nada bueno. No por el proyecto arquitectónico en sí, sin duda notable, sino por su capacidad para transformar el monumento. De la información disponible sorprende una cosa: el tacto exquisito con el que se aborda la obra de Franco. Como si fuera una bestia salvaje a la que hay que tratar con cuidado para que no nos devore. O un anciano venerable que necesita una pequeña reconvención, pero merece todo nuestro respeto.



