Memoria Democrática en las aulas: Los Rotspanier del Poniente granadino

El pasado miércoles 14 de junio tuvo lugar en el IES Virgen de la Caridad de Loja la presentación e inauguración del Rincón de Memoria y Homenaje a los cuarenta y tres paisanos de la comarca del Poniente granadino que fueron deportados a campos nazis. El acto tuvo lugar el día que la Junta de Andalucía tiene establecido como día de la Memoria Democrática en los centros educativos andaluces desde el pasado año 2017, y estuvo protagonizado por el alumnado de la materia de Oratoria de 1º de ESO.

Dicho alumnado ha llevado a cabo las últimas semanas una pequeña labor investigadora centrada en la búsqueda de información sobre los cuarenta y tres deportados de nuestra comarca a diversos campos de concentración y exterminio. Para ello, y poniendo en práctica una Situación de Aprendizaje, tal y como establece la legislación educativa vigente para los cursos impares, alumnas y alumnos han consultado diversos artículos periodísticos y diversas fuentes de información para recabar datos al respecto, con el objeto de poner en práctica una de las premisas necesarias de todo buen orador y oradora: elaborar su propio discurso basándose en datos e informaciones veraces y contrastadas.

La principal fuente de información ha sido el censo de deportados elaborado por el Memorial Democràtic de la Generalitat de Catalunya, en el cual están registrados los datos básicos de todos los españoles que acabaron en los diferentes campos de concentración y exterminio austríacos y alemanes. Además han indagado sobre quiénes fueron los Rotspanier y qué son las Stolpersteine, los adoquines con cubierta de latón dorado en el que se exponen los datos de las víctimas del holocausto nazi como acto de homenaje y reconocimiento a estas víctimas, principalmente judías, pero entre los que se encluyen también los republicanos españoles.

Para el caso de nuestra investigación, como ha quedado dicho, han sido un total de cuarenta y tres deportados procedentes de diversas localidades de la comarca, de los cuales 12 sobrevivieron y fueron liberados por las fuerzas aliadas en mayo de 1945. Toda esa información se ha volcado en un panel informativo diseñado y elaborado en estrecha colaboración con el Departamento de Artes, concretamente con la profesora Ana José Gallego Mariscal. En él, además de una breve explicación sobre quiénes fueron los Rotspanier y qué son las Stolpersteine, se han reproducido las cuarenta y tres Stolpersteine correspondientes a nuestros paisanos.

Dicho panel ha sido instalado en un lugar principal del instituto con el objeto, no sólo de dar a conocer esta parte de nuestro pasado más reciente a toda la comunidad educativa, sino además con la idea de crear un espacio o rincón de memoria, homenaje y reflexión sobre la barbarie que supone todo totalitarismo. Un pequeño grano de arena que estos pequeños investigadores y prometedores oradores presentaron ante sus compañeros y compañeras de centro y los miembros de la comunidad educativa que asistieron al acto, poniendo en práctica (también se trataba de ello) las dotes oratorias aprendidas (y aprehendidas) y puestas en práctica a lo largo del curso. Por otro lado, el público asistente fue obsequiado con una chapa en la que se reproduce el símbolo de identificación de los Rostpanier: el triángulo azul de los apátridas, con la letra S (spanier) en su interior.

Finalmente, expresar que esta actividad, como otras que se han estado llevando a cabo en el presente curso con la inestimable connivencia y apoyo del equipo directivo del centro, se enmarca dentro de una voluntad de implementar la idea que ya se explicita en el marco jurídico-constitucional actual en el ámbito de la Educación (tanto a nivel estatal como autonómico), mediante el cual se pretende una educación por y para la democracia (y por tanto para la ciudadanía), mostrando y dando a conocer que ha habido, y aún persisten de manera más o menos residuales aunque en preocupante ascenso, determinadas ideologías cuyos principios y valores contravienen frontalmente la dignidad de las personas. Y ese ha de ser el límite infranqueable que toda institución educativa, pública y democrática debe establecer de forma inquebrantable, pues la memoria, la justicia, la dignidad y la reparación de las víctimas de toda violencia contra los derechos más básicos del ser humano no debieran de tener color político, entendiendo que debería ser inherente a todo estado democrático y de Derecho que se precie de serlo. Por pura y simple dignidad e higiene democrática.