► La Audiencia juzga a tres miembros de Falange y Tradición por los delitos de amenazas y daños terroristas en pueblos de Navarra en 2009
El Confidencial | EFE | Carlota Guindal 30-7-2015
Los magistrados consideran probado que los acusados, de una ideología cercana a los postulados de Falange, cometieron una serie de acciones “con la intención concreta de que cualquier manifestación pública de la Memoria Histórica generara en sus legítimos promotores un miedo respecto a su sentimiento de tranquilidad, caso de persistir en su voluntad de hacer visibles aquéllos”.
Así, en la tarde del 19 de agosto de 2009 Irusta rompió la placa existente en el monumento “Homenaje a los esclavos del franquismo”, en el Alto de Igal, en el término municipal de Vigandoz. Además, junto con los otros dos acusados, se les considera autores de la pintada de un vehículo del Ayuntamiento de Orkoyen utilizado por el alguacil en la que ponía “Julio kontuz, mira debajo” y “Zerri comunista”. En este mismo Consistorio también pintaron la placa de la calle Dolores Ibarruri con la bandera de España.
También se considera probado, entre otras acciones cometidas esa noche, que los acusados realizaron pintadas en el cementerio de Berrioplano, rompieron la placa en memoria de los fusilados del Fuerte San Cristóbal, colocada en el cementerio de Andoain, así como que hicieron pintadas en la fachada principal del Ayuntamiento de Arbizu con advertencias al alcalde y concejales: “hoy se os vigila, mañana os matamos”.
La Sala, que considera no probadas otras acciones de las que se acusaba a los enjuiciados, les absuelve del delito de asociación ilícita al entender que, de acuerdo con la doctrina del Tribunal Supremo, en este caso “no se puede puede concluir la existencia de una organización mínimamente compleja, jerarquización, división de funciones ,etc. Únicamente permite derivar en un grupo de personas fuertemente ideologizadas, en parámetros preconstitucionales., limitando su actuación a tratar de evitar el reconocimiento legal de quienes entienden opuestos a su discurso maniqueo de la dictadura franquista”. Añade que a tenor de los mensajes cruzados entre los acusados, los “actos vandálicos” cometidos se caracterizan por la “espontaneidad, sin que ninguno de sus destinatarios reciban órdenes o instrucciones. Únicamente invitación a participar de ese aquelarre”.
Los jueces imponen la pena más alta a Irusta por la “especial gravedad” de su conducta, “caracterizada por la exhibición de la intolerancia y un menosprecio al reconocimiento de quienes sufrieron violentamente esa misma intolerancia ideológica”.
Durante el juicio, los tres acusados negaron formar parte de la organización Falange y Tradición, grupo de extrema derecha. Uno de ellos, López Monreal, reconoció ser militante del Frente Nacional y que, ya en la fecha de los hechos, temió que pudieran acabar “salpicándole” por pertenecer “a un entorno político patriota”.