Pablo Macías Partida, escritor y profesor: “Crece el odio entre los jóvenes, algunos sonríen con el asesinato de Lorca y utilizan ‘rojo’ como insulto”

Pablo Macías Partida, escritor y profesor: “Crece el odio entre los jóvenes, algunos sonríen con el asesinato de Lorca y utilizan ‘rojo’ como insulto”

‘Zumbío’ es un homenaje a la memoria de los asesinados y enterrados en fosas comunes. La historia de una familia con nombres y apellidos en Prado del Rey, un pueblo de Cádiz

“Hablar de guerra civil en Cádiz es una hipérbole interesada que pretende ocultar la realidad: que lo que hubo fue un golpe de Estado”, escribe el historiador José Luis Gutiérrez Molina en el epílogo de Zumbío, una obra de literatura dramática escrita por Pablo Macías Partida y publicada por Ediciones del Bufón. Pablo Macías Partida es poeta, escritor, profesor de Lengua Castellana y Literatura y esta es tu primera incursión en la literatura dramática.

Zumbío es una historia que está atravesada por el tiempo, el pasado, el presente, por los muertos y por los vivos. Creo que el teatro, como decía Wajdi Mouawad, es el territorio de los fantasmas, es el que permite aunar estos dos tiempos y fundir pasado y presente en el mismo escenario”, nos cuenta Pablo Macías Partida desde Radio Sevilla.

En Zumbío nos lleva a Prado del Rey, un municipio de Cádiz en el que se vivieron “todas las formas posibles de represión, tanto en hombres como en mujeres. Más de un centenar los pradenses asesinados”. De todas las historias posibles, Pablo Macías Partida nos cuentas las de José, Josefa, Ángel y Carmen, miembros de la familia de su mujer.

“Es Carmen, con ochenta y tantos años, la que me cuenta con toda la rabia, pero también con toda la frialdad y el convencimiento, cómo asesinaron a su padre, asesinaron a su hermano y, sobre todo, me cuenta el detonante de Zumbío. Lo que da título a Zumbío es cómo hubo que tapar el rostro de estos familiares con el sombrero de paja que llevaban, porque era verano y las moscas y las avispas se los estaban comiendo vivos”.

El texto está dedicado a la memoria de Carmen Menacho Villalba, con nombres y apellidos, porque es importante poner nombre y apellidos a los personajes, contra el anonimato de la fosa común y frente a la maquinaria del olvido, que dice Alberto Conejero en el prólogo de este libro que nos ha conmovido, como nos pasó con El patio número 3, de Víctor Muñoz, también editado por Ediciones del Bufón.

“Si uno va a Prado del Rey a la tumba de Carmen y de Josefa [la madre], que están enterradas juntas, ahí faltan dos nombres. Y hasta que esos dos nombres, el de Ángel y el de José [el hermano y el padre], no estén puestos en esta lápida, no habrá descanso. Independientemente del color político, es inadmisible que Carmen se muriera con casi 100 años, después de que le arrebatasen a su padre con 9 años y no lo volviese a ver, es inadmisible que a esta mujer en vida no le diesen los restos de sus familiares, inadmisible”, denuncia el escritor.

En Zumbío se recuerda la revuelta revolucionaria de 1934, los sucesos desarrollados en Prado del Rey durante la noche del 7 al 8 de octubre de 1934. Destrucción de imágenes, retablos, sillas, ornamentos y archivo parroquial. ¿Cómo marcó esto la guerra civil y qué peligro hay de caer en cierta equidistancia, en decir todos fueron malos? ¿Hay demasiada equidistancia a la hora de abordar, todavía hoy, la guerra civil? Son preguntas que le hemos planteado al escritor y profesor de Secundaria, a quien le alarma que los jóvenes usen la palabra rojo como insulto, se ensañen a la hora de hablar de los muertos, como Federico García Lorca, un asesinato ante el que sonríen con cierto aire de superioridad, lamenta Macías Partida.

Pablo Macías Partida, escritor y profesor: “Crece el odio entre los jóvenes, algunos sonríen con el asesinato de Lorca y utilizan ‘rojo’ como insulto” | La Hora Extra | Cadena SER

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