Las hermanas Úriz Pi formaron parte de la Resistencia francesa y fueron víctimas de la Operación Bolero-Paprika.
CUARTOPODER.ES | 20-4-2019
Esta batalla para llevar la memoria de las hermanas al corazón del país que las acogió tras su salida de España en 1939 comienza en 2015. Manuel Martorell escribió al director del Instituto Cervantes de París animado por el éxito que había tenido la exposición “De Badostáin a Berlín Oriental. Historia y compromiso de las hermanas Úriz” en Berlín. El periodista contactaba, en ese caso, como enlace del Ayuntamiento del Valle de Egüés y del Concejo de Badostáin, ofreciéndose a ampliar la exposición para adaptarla al público francés y como una actividad cultural más para quienes siguen cursos de lengua española en el Instituto.
Para Martorell el interés de llevar la exposición de Navarra a París está en la propia trayectoria de las hermanas Úriz, que fueron miembros destacados de la Resistencia Francesa y vivieron en el país galo desde 1939 hasta 1951. Pero también es especialmente relevante para el investigador ese último año de resistencia de estas hermanas pioneras, ya que su expulsión vino causada por la Operación Bolero-Paprika, que hizo que cientos de militantes comunistas que lucharon contra el fascismo fueran expulsados del país bajo la acusación de colaborar con la Unión Soviética.
Un nuevo gobierno, el mismo inmovilismo
Con la llegada del nuevo Gobierno del PSOE tras una moción de censura, se esperaba que los socialistas mostrasen más sensibilidad hacia temas de memoria histórica. El 22 de agosto, Martorell le envió una carta al nuevo director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, para pedir una entrevista con ocasión de explicar el proyecto. Tampoco se produjo nunca.
El anuncio del Consejo de Ministros en noviembre sobre la creación de una comisión para conmemorar el 80 aniversario del exilio tampoco ha logrado un resultado distinto a la insistencia de Martorell. Ese mismo mes, la Oficina del Instituto Cervantes en París rechazó definitivamente la propuesta. Dos meses antes había hecho lo propio la Oficina Cultural de la Embajada.
Preguntado por este medio, el Instituto Cervantes de París confirma la recepción de la propuesta y su estudio, aunque ni entonces ni ahora se contempla incorporarla a su programación actual. “Por supuesto, tampoco se descarta”, matizan a este medio.
Esta institución ha realizado durante los últimos meses varias actividades relacionadas con la memoria histórica, desde la proyección de “A palabra xusta” hasta la presentación de “El fotógrafo de Mauthausen”, pero aún no hay hueco para las Úriz.