
- Danilo Albin / Bilbao–
Francisco Franco (FNFF) prepara el contraataque. Los responsables de esta entidad aguardan el proceso que llevará a su extinción legal por vulnerar la Ley de Memoria Democrática, cuyo espíritu de protección a las víctimas choca frontalmente con los fines de una organización dedicada en cuerpo y alma a la apología del franquismo.
La ley es clara al respecto. En su disposición adicional quinta, la normativa que entró en vigor en octubre de 2022 señala que “concurrirá causa de extinción cuando las fundaciones no persigan fines de interés general o realicen actividades contrarias al mismo”.
A tales efectos, “se considera contraria al interés general la apología del franquismo que ensalce el golpe de Estado y la dictadura o enaltezca a sus dirigentes, con menosprecio y humillación de la dignidad de las víctimas del golpe de Estado, de la guerra o del franquismo, o incitación directa o indirecta al odio o violencia contra las mismas por su condición de tales”.
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, anunció en junio pasado que había dado los primeros pasos hacia la extinción legal de la FNFF. Se trata de un proceso garantista que incluye la recopilación de información por parte de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática y la elaboración de un informe por parte de la Abogacía del Estado.
En base a esos documentos, será finalmente la Justicia la que determinará si la fundación franquista atenta contra la ley de memoria.
¿Asociación Francisco Franco?
Por otro lado, el Gobierno ha avanzado esta misma semana en la otra vía abierta para impedir que esta fundación continúe con sus actividades de apología de la dictadura: la Comisión Constitucional del Congreso ha dado su visto bueno al dictamen sobre la proposición de ley presentada por el PSOE para reformar la ley de asociaciones que facilitará la disolución de organizaciones franquistas.



