“Margaret Rudd fue la primera investigadora que cuestionó el relato tradicional del fallecimiento de Unamuno”
Jon Bernat Zubiri Rey
Ana Chaguaceda dirige desde 1989 la Casa-Museo Unamuno, institución vinculada a la Universidad de Salamanca (USAL) cuyo objetivo es preservar la memoria de Don Miguel. Hoy 12 de octubre, fecha crucial en su trágico destino, acudimos al testimonio de Chaguaceda para recordar la gravedad del enfrentamiento con Millan Astray en el Paraninfo de la USAL y los últimos hallazgos en el esclarecimiento sobre el final de la vida y la muerte de Miguel de Unamuno.
La aportación de Chaguaceda y la Casa-Museo para difundir y ensalzar la memoria de intelectual vasco y salmantino de adopción es inmensa, ya que han promovido y participado en innumerables investigaciones, iniciativas culturales, artículos divulgativos, películas y actos en favor del recuerdo y profundización de su figura. Cabe destacar que en el 80 aniversario del enfrentamiento del Paraninfo, realizaron un coloquio introductorio a la representación teatral del discurso que realizó Unamuno y del posterior encarcelamiento domiciliario hasta su muerte.
“Margaret Rudd intentó reconstruir el suceso del fallecimiento de Unamuno a través de entrevistas al entorno más cercano del escritor, con el Rector Ramos y Loscertales y también con su último interlocutor, Bartolomé Aragón”
De la misma forma, la Casa-Museo ha contribuido al trabajo de investigación y divulgación que en los últimos años han realizado Manuel Menchón y Luis García Jambrina sobre la muerte de Unamuno, apuntando a la probada inconsistencia de la versión oficial de muerte natural, indagando para ello en los muchos indicios y testimonios que señalan la posibilidad de que fuera asesinado en su propia casa. Frutos de este trabajo han sido el documental Palabras para un fin del mundo (2020) y el libro La doble muerte de Unamuno (Capitan Swing, 2021), ambas aportaciones con muy buena acogida que han contribuido de forma notable a revolucionar el debate sobre esta cuestión.
En ese mismo sentido, próximamente verá la luz la traducción al castellano de la biografía de Unamuno The Lone Heretic, publicada por la norteamericana de la Universidad de Texas Margaret Rudd en 1963. Rudd fue la única investigadora que pudo recoger los testimonios de la familia de Unamuno y otros testigos presenciales de su muerte en la tarde del 31 de diciembre de 1936. “Rudd intentó reconstruir el suceso del fallecimiento de Unamuno a través de entrevistas al entorno más cercano del escritor; sus hijos, la vecina del inmueble y amiga de la familia, Pilar Cuadrado y sus hijos Paquita y Federico; con el Rector Ramos y Loscertales, entre otras personas. También con el último interlocutor de Unamuno, Bartolomé Aragón”, explica Menchón, que publicó en los Cuadernos de la Cátedra Miguel de Unamuno una investigación de los elementos más relevantes de la hasta ahora desconocida biografía.
La primera muerte de Unamuno empezó el 12 de octubre Lu Barcenilla Román, Jon Bernat Zubiri Rey
Hay dos páginas –la 307 y la 308– absolutamente vitales para comprender el revoloteo en calle salmantina de Bordadores. Las escribió Rudd en esa edición de 1963: “[…] Felisa [hija de Unamuno] agregó algo más: “Un día, cuando mi padre fue a visitar a sus amigos los Dominicos de San Esteban, un sacerdote le dijo que uno de los soldados había dicho que, si veían a mi padre subirse en un automóvil, sus órdenes eran de disparar”. Sá aporta en su libro el documento clave que casa con dicho testimonio, la notificación a Franco, 11 días antes de su muerte, de que Unamuno deseaba huir al extranjero.
Del 12 octubre y el papel de Rudd en la investigación sobre el final de la vida y la muerte de Unamuno hablamos con la directora de la Casa-Unamuno Ana Chaguaceda.
La biógrafa estadounidense de Miguel de Unamuno y Jugo, Margaret Rudd, llamó “el día del destino” al enfrentamiento histórico del 12 de octubre de 1936 en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca (USAL). ¿Supuso realmente esta fecha el principio del fin de Unamuno?
Sin duda, e incluso sin saber con exactitud lo ocurrido y lo pronunciado. La prensa silenció el conflicto y las palabras no quedaron registradas por los micrófonos, pero las consecuencias inmediatas evidencian lo ocurrido.Se le recibe de manera hostil en el Casino, del que era presidente honorario. Se le destituye de concejal y se anula su nombramiento como alcalde honorario del Ayuntamiento. El claustro de su Universidad le retira su confianza como rector y el general Franco firma el decreto por el que se le cesa como rector vitalicio y se le expulsa de su cátedra.
“La oposición rotunda de Unamuno el 12 de octubre, la denuncia de los hechos ocurridos en Salamanca y su desvinculación clara y valiente, fueron considerados, efectivamente, como un acto de alta traición”
Se armo buena, entonces.
Así es, no fue un “acto banal” para Miguel de Unamuno, como en ocasiones se ha sugerido. Su oposición rotunda, la denuncia de los hechos ocurridos en Salamanca y su desvinculación clara y valiente, fueron considerados, efectivamente, como un acto de alta traición.
Me gustaría recordar qué importante es el documento que la familia de Ignacio Serrano entregó a la Casa-Museo hace unos años. Este documento contiene algunas valoraciones de gran relevancia, ya que Serrano las iba anotando en un cuaderno, al estar presente aquella mañana en el Paraninfo: “Las palabras de Unamuno produjeron impresión e indignación”, “Unamuno fue imprudente e inoportuno y al final antipatriota, pero no todo lo que dijo es censurable”.
¿Cómo fueron los dos meses y medio de arresto domiciliario que siguieron a este suceso, hasta llegar a la muerte “en extrañas circunstancias y con fuertes indicios de asesinato”?
Recomiendo la lectura de la edición llevada a cabo por los profesores Colette y Jean-Claude Rabaté, a partir del manuscrito de Miguel de Unamuno El resentimiento trágico de la vida: Notas sobre la Revolución y Guerra Civil españolas. Este documento fue redactado desde el comienzo de la guerra civil hasta unas semanas antes de su fallecimiento. Conservamos el original en la Casa-Museo y es realmente escalofriante.
“Le escribo esta carta desde mi casa, donde estoy desde hace días encarcelado disfrazadamente. Me retienen en rehén, no sé de qué ni para qué. Pero, si me han de asesinar, como a otros, será aquí, en mi casa”. (Carta al director del ABC de Sevilla, diciembre 1936)
Nos quedan también sus cartas, donde podemos leer lo que, en mi opinión, ejemplifica cómo fueron sus últimos meses en Salamanca: problemas de salud, una enorme tristeza por el fallecimiento de su esposa, escandalizado por la barbarie que le rodeaba, preocupado por los hijos en diferentes zonas de guerra y asustado.
¿Qué aporta la biografía de Margaret Rudd en el esclarecimiento de la muerte de Don Miguel y por qué desde 1963 nunca ha sido traducida ni divulgado su contenido en España?
Resulta curioso que tratándose de alguien tan notable en el panorama intelectual de Europa, se tardara tanto en publicar una biografía. O quizás es comprensible, si pensamos por ejemplo que, al inaugurar la Casa-Museo en 1953, el rector Antonio Tovar -su impulsor- se encontró con firmes y encendidos opositores de Unamuno como la propia Iglesia Católica.
“El obispo Antonio Pildáin llegó a redactar para su lectura una carta pastoral, Don Miguel de Unamuno, hereje máximo y maestro de herejías y en ella se le consideraba un peligro para la juventud”
El obispo Antonio Pildáin llegó a redactar para su lectura una carta pastoral, Don Miguel de Unamuno, hereje máximo y maestro de herejías y en ella, tanto Del sentimiento trágico de la vida como La agonía del cristianismo estuvieron dentro del Índice De Libros Prohibidos en los años 50. Se consideraba a Miguel de Unamuno un peligro para la juventud.
Es sorprendente también que una mujer americana se interesase por Miguel de Unamuno. Gracias a Manuel Menchón, hoy sabemos que el papel de Federico de Onís, discípulo y amigo del escritor, fue determinante para este acercamiento a Margaret.
¿Por qué es tan importante el trabajo de Rudd?
Porque habló con su entorno más cercano, obteniendo así una información privilegiada: la familia Onís, los propios hijos de Unamuno, sus vecinos y primeros investigadores, etc, y con Bartolomé Aragón, la última persona que le vio con vida.
En suma, Margaret Rudd fue la primera investigadora que cuestionó el relato tradicional del fallecimiento de Unamuno. No obstante, a pesar de su evidente interés y valía, la biografía en inglés de una mujer extranjera sobre Miguel de Unamuno, en plena posguerra, pasó totalmente desapercibida en nuestro país.
La profesora Leslie Harkema de Baylor University (Texas) afirma que las críticas fueron muy desdeñosas, propias de una larga tradición crítica en las letras españolas de insistir en la falta de seriedad en las investigaciones llevadas a cabo por mujeres.
Rudd falleció en 1999, cómo nos hubiera gustado haber podido contactar con ella.
¿Cómo va la traducción por parte de la USAL tras años desde que se anunciara su realización?
Desde la Casa-Museo estamos muy satisfechos por el apoyo recibido por parte del profesor Luis García Jambrina y de Jacobo Sanz Hermida, director de la editorial de la Universidad. El traductor está realizando un excelente trabajo y tiene muy avanzada su tarea. Esperamos ver el libro en unos pocos meses y difundirlo como se merece.
“Unamuno no es un chaquetero ni un oportunista, porque fue el escritor más castigado de España, censurado, confinado, desterrado”
¿Cuál es la percepción social de la figura de Unamuno? ¿Existe, como él mismo decía, una “chifladura de exaltados echados a perder por indigestiones de mala historia” que oscurece el recuerdo del bueno de Don Miguel?
La visión de ser un personaje sobre el que siempre planeó la sombra de la incoherencia o el ser considerado un “traidor” quiero pensar que ha sido superada con la ayuda de unos y otros. Los ya mencionados Menchón, Jambrina y Rabaté, junto con Luján, Trapiello, S. Roberts y tantos otros.
No hay más que leer definiciones como éstas: “El hombre más libre que ha dado España”, “Unamuno no es un escritor, es un mundo” , “Unamuno fue el hombre más coherente de todos. Esta coherencia, desde el principio hasta el final ha sido borrada en el aspecto jurídico durante el franquismo. No es un chaquetero ni un oportunista, porque fue el escritor más castigado de España, censurado, confinado, desterrado”
Ha sido tan manipulado Unamuno, por hunos y por hotros.
Así es, pero otras voces han dicho que “la coherencia del pensamiento de Unamuno, especialmente su adhesión a los preceptos liberales, y señala que la supuesta contradicción fue utilizada como una estrategia para presentarlo como un personaje voluble y desprestigiarlo”. También que “la honestidad intelectual y un «amor por la verdad» le protegieron de escribir para complacer a nadie”. Sin querer idealizar su figura, con todas ellas me quedo.