El exgeneral Chicharro, que llegó a desempeñarse como comandante, recibió el encargo del Gobierno de Zapatero para que hiciera un censo sobre símbolos franquistas. Sólo informó del 10% y escondió el resto.
Hecha la ley, hecha la trampa. El cumplimiento de la normativa sobre memoria histórica en los cuarteles de la Armada bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero estuvo en manos del entonces general Juan Chicharro Ortega, quien asumiría como presidente de la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF) tras abandonar sus responsabilidades como militar.
La confesión salió de boca del propio Chicharro. El pasado 18 de febrero, durante una entrevista online con el empresario falangista Álvaro Romero –promotor de la campaña de apología franquista por los 50 años de la muerte del dictador–, el líder de la FNFF habló por primera vez sobre cómo afrontó la llegada de la anterior ley de memoria a los cuarteles.
“Siendo comandante general me llegó una orden de mis mandos naturales para que mandara una relación, de escudos, placas, afectadas por la ley de memoria histórica. Hice una lista de lo que había, lo que pasa es que te diré que del 90% de las cosas yo sólo mandé un 10% de la relación, y ya está. ¿Y pasó algo? Mientras estuve yo no pasó absolutamente nada”, reivindicó.
Chicharro había sido ascendido a general de división en junio de 2006. Entonces asumió como comandante general de la Infantería de Marina, donde permaneció hasta su pase a la situación de reserva en 2010.
Tres años después se vio obligado a abandonar el cargo que ocupaba en la Orden de San Hermenegildo tras la polémica creada por un discurso en el que sugirió la posibilidad de un golpe de Estado para frenar al independentismo en Catalunya. A principios de 2018 asumió como presidente de la Fundación Nacional Francisco Franco, donde continúa a día de hoy.
Menos de 40 símbolos
La ocultación de emblemas franquistas en la Armada por parte de Chicharro tuvo efectos prácticos. En una comparecencia ante la comisión de Defensa del Congreso que tuvo lugar el 10 de marzo de 2010, del entonces secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, indicó que en la Armada había 38 símbolos de exaltación franquista, mientras que en dependencias del Ejército de Tierra la cifra ascendía a 225 y en instalaciones del Ejército del Aire se situaba en 21.
Méndez respondía así a las inquietudes formuladas por el entonces diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares, quien precisamente buscaba acceder a información oficial sobre el cumplimiento de la ley de memoria histórica en los cuarteles.
Según confirma ahora Chicharro, la mayoría de los emblemas franquistas de la Armada quedaron fuera de ese censo. Aquella fue una de sus últimas acciones antes de colgar el uniforme. Algunos años después llegaría el momento de mostrarse y actuar públicamente como un férreo defensor de la dictadura.
