“Al ver a Rivera mofarse de la memoria, uno se pregunta qué clase de (in)cultura política tiene”
El filósofo Manuel Reyes Mate, Premio Nacional de Literatura, es uno de los mayores expertos en memoria histórica de nuestro país. En su paso por las jornadas de Memoria y Comunicación de la Universidad Hispalense ha dejado clara la deuda que aún queda abierta con las víctimas de la dictadura 40 años después de su muerte. Y ello sin dejar de hablar del olvido de Europa, que nunca recordó “que el pueblo español luchó y murió combatiendo al fascismo”.
¿Qué deudas nos quedan pendientes con las víctimas de nuestra dictadura después de 40 años de la muerte de Franco?
Casi todas porque la transición política se hizo bajo el signo del olvido, es decir, de no querer reconocerles su condición de víctimas. Les seguimos debiendo verdad porque sobre ese pasado hay mucha mentira y también desconocimiento; les debemos justicia porque las víctimas son inocentes y eso significa que debemos reparar el daño injusto que se les hizo; y les debemos memoria porque es lo que nos permite traer ese pasado al presente y reconocerle su vigencia.
¿Cómo ha ayudado la reparación y la dignificación de las víctimas del régimen la ley de memoria del año 2007? ¿Se podía haber mucho más y y mucho antes?
Esa ley mal llamada de la memoria histórica fue un paso adelante. En el preámbulo se dice, por ejemplo, que la Segunda República “constituyó el antecedente más inmediato y la más importante experiencia democrática que podemos contemplar al mirar nuestro pasado”. También que “la violencia fue un elemento estructural del franquismo”. Pero se quedó a medio camino al no entrar en la revisión de aquellas farsas que fueron los juicios sumarísimos ni asumir el Estado la tarea de exhumar las fosas, identificar los cadáveres y darles el reconocimiento debido. Con el Gobierno del PP se consumó el atropello…
¿Y Mariano Rajoy en particular?
Recientemente, el presidente Rajoy, preguntado que por qué no había abolido esta ley, tal y como había prometido, se jactaba de su maltrato al decirle al periodista: “Si usted mira los presupuestos del Estado en estos cuatro años verá que hemos dedicado a esta Ley cero euros”. ¡Y se jactaba con una risa bobalicona de no haber cumplido la ley¡
Aunque no se puede comparar en número de cifras el Holocausto nazi con las cifras de asesinados que hubo aquí en la guerra civil española ¿Por qué cuesta tanto que el ciudadano medio sea consciente de todo lo que ocurrió?
Lo que más me llama la atención es que intelectuales muy conocidos, como Santos Juliá o Álvarez Junco, muestren gran sensibilidad por la memoria de las víctimas del holocausto judío y sean tan críticos con la memoria histórica en España. Se han inventado una explicación que no explica nada. Decir que la reconciliación (meta de toda memoria) tuvo lugar cuando en los años cincuenta se encontraron en la misma trinchera antifranquista hijos de los vencedores y vencidos, es no entender que nadie puede sustituir el derecho a la justicia de las víctimas. Está muy bien que se abracen Fraga y Carrillo, pero ni el abrazo de Fraga puede borrar las responsabilidades del franquismo ni el de Carrillo las del estalinismo. Por no hablar de la trampa que supuso plantear el futuro sin contar con el exilio. La ‘Carta desde el exilio’ de María Zambrano, en 1961, desmonta la frágil fundamentación de esa estrategia amnésica.
¿Hay demasiada necesidad de olvido de esta parte de la historia?
Como diría Aristóteles o Heidegger, la historia tiene un punto de olvido, aunque parezca una paradoja, porque el historiador se atiene a los hechos. Lo que la filosofía de la memoria nos dice, sin embargo, es que la realidad es algo más que hechos. No hay que confundir realidad con facticidad porque de la realidad forman parte también los no-hechos, la parte frustrada o vencida de la realidad. De ese potencial se ocupa preferentemente la memoria.
¿Cree que la derecha ha ayudado a que se olvide gran parte de aquella memoria que por el paso de los años no se puede ya recuperar?
Es lógico que la derecha quiera olvidar. ¿Se imagina alguien que la Alemania nazi quisiera recordar al día siguiente de la derrota?. Les interesaba pasar por amnésicos. Lo preocupante en España es el olvido de los intelectuales dichos progresistas o de izquierdas. Eso uno no lo encuentra entre la intelectualidad alemana, francesa o italiana. En Alemania, por ejemplo, tuvo lugar en los ochenta el conocido “Debate de los historiadores” que puso en el epicentro de la historia y también de la política la memoria de Auschwitz. Aquí en su lugar, floreció la teoría del “echar al olvido”, que camina en dirección contraria. Hace un par de meses el diario El País organizó un encuentro con el presidente colombiano sobre las conversaciones de paz en La Habana. La intelectualidad allí congregada quería halagar los oídos del presidente Santos instándole a “paz por olvido”. Él les dio una lección al decir que los colombianos no podían obviar las exigencias de una justicia transicional.
¿Cómo podríamos setenta años después reactivar entre la ciudadanía y los gobiernos la importante necesidad de cerrar este capítulo de la memoria?
Abriéndolo. Y para la memoria nunca es tarde porque las injusticias, mientras no sean reparadas, siguen vigentes, incluso en el caso de que hayan prescrito, según el derecho penal, o haya habido amnistía.
Desde Europa ¿se ha tenido consideración por las víctimas de la guerra de España al igual que ha ocurrido con las del Holocausto nazi, que han percibido incluso ayudas económicas?
Ha habido dos varas de medir. A las víctimas francesas, alemanas o italianas de la barbarie nazi se les ha aplicado el noble concepto de “deber de memoria”, con todo lo que eso comporta. A las víctimas españolas de la barbarie fascista, no. Olvidamos que la Guerra Civil fue el primer momento de la II Guerra Mundial. Y olvidamos que el pueblo español luchó y murió combatiendo al fascismo, algo que no ocurrió en Alemania, donde Hitler ganó las elecciones, ni en Italia con un Musolini aclamado por las multitudes, ni en Francia con el gobierno de Vichy salido de las urnas. El mundo se olvidó de la Segunda República, que fue dos veces vencida: cuando la ganó el fascismo y cuando la abandonaron los aliados. Esas víctimas doblemente olvidadas -por los españoles y por los europeos- siguen ahí, pidiendo justicia.
¿Ayuda algo la intervención de grupo de Naciones Unidas para que empiece a importar el tema de la reparación de las víctimas y la apertura de fosas por los gobiernos de nuestro país?
Las Naciones Unidas son una instancia moral y habrá que medir la catadura moral de quienes nos gobiernan por la respuesta que den a esa demanda.
¿Es la memoria un tema que interesa a los jóvenes?
Se habla de la generación de los nietos como de la protagonista de la memoria. Los padres sufrieron la violencia, los hijos la callan para sobrevivir y son los nietos los que preguntan qué hicieron los abuelos o que les hicieron. Así debería ser, pero al ver a jóvenes como el político Albert Rivera mofándose de la memoria, uno se pregunta qué clase de (in)cultura política tienen, hasta dónde alcanza su lectura moral de la realidad. Formateados para conquistar el poder ¿cómo decirles lo que hay de vida y promesa en la suerte de los vencidos?
¿Cree que es posible resolver realmente el tema de la memoria sin contar con el consentimiento y la complicidad de la derecha?
La memoria tiene una dimensión legal y otra, moral. Respecto a la primera depende de los que manden. Se puede, por ejemplo, mejorar la Ley de la memoria histórica o abolirla o congelarla. A la derecha por razones obvias no le gusta que le recuerden responsabilidades pasadas. A lo más que llegan es a lo que decía Anatole France: “robar es un delito pero el resultado del robo es sagrado”. Pero lo importante es la dimensión moral de la memoria y esto es un asunto de cultura, de educación.
Y por último, ¿qué les dirías a quienes, como Bertín Osborne, se indignan desde la derecha y reclaman que el tema se olvide de una vez?
Pues que es un inconsecuente. El dice que ya ha dejado de recordar, él, alguien que tiene varios parientes asesinados en Paracuellos. Pero vamos a ver: esas víctimas han tenido todo lo que se puede tener, a saber, reconocimiento, memoria y, en la medida de lo posible, justicia. Durante cuarenta años han sido objeto de una memoria generosa y única. Debería entonces entender que las 100.000 víctimas que yacen anónimamente en las cunetas de tantos caminos, tengan el mismo reconocimiento. Con un matiz: lo que se ha hecho en España durante cuarenta años no ha sido sólo honrar a las víctimas del bando golpista, sino humillar a las del legítimo gobierno republicano. Si no por sentido moral, al menos por vergüenza, deberían ser gente como él los más interesados en hablar de memoria.
http://www.andalucesdiario.es/ciudadanxs/al-ver-a-jovenes-como-el-politico-albert-rivera-mofandose-de-la-memoria-uno-se-pregunta-que-clase-de-incultura-politica-tienen/
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“Si pensáramos la política teniendo en cuenta la memoria, tendríamos que cambiar nuestra idea de los refugiados”, Reyes Mate.
“Existe esta especie de incultura de la memoria que lleva a incoherencias (como el caso de Bertín Osborne) y olvidos (en el caso de Albert Rivera)”, critica el filósofo sobre sus recientes manifestaciones.
“Las nuevas generaciones cuyo referente es internet pueden acercarse a la memoria como un arma crítica contra esa realidad”, comenta el ganador del Premio Nacional de Ensayo 2009.
Rubén Díaz / 27/11/2015 – 20:07h
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+ info:
Sobre la relación entre la comunicación, la historia, la memoria histórica y la reflexión colectiva.
Las I Jornadas Internacionales sobre Memoria y Comunicación reflexionan sobre la construcción de la realidad social, del relato histórico, con expertos como Reyes Mate y Andrey Makarychev
“No entendemos la realidad si no tenemos memoria”, dice el filósofo español, en un encuentro que analiza los usos políticos del pasado en Europa y en España
eldiario.es/Juan Miguel Baquero / 25/11/2015 – 23:08h
Dice la teoría que el relato histórico se construye con hechos, con lo que ocurre. Pero la historia, así, queda coja. Falta un ingrediente, lo que pudo ser y nunca fue: la memoria. Aquello que fue reducido a escombros y que, como palimpsesto, conserva huellas de escrituras anteriores para dar cobijo a las presentes.
La memoria sirve de marco y soporte a la realidad que construyen los pueblos. Sobre esta relación social con la historia han versado las I Jornadas Internacionales sobre Memoria y Comunicación: los usos políticos del pasado. El encuentro, organizado por el grupo de trabajo Memoria y Comunicación(MyC) en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, ha contado con expertos como el filósofo Reyes Mate o el profesor Andrey Makarychev.
La reflexión colectiva, que parte del uso político del pasado en la prensa, aborda cómo ésta relación queda sujeta a mediaciones diversas que van de la familia al sistema educativo, pasando por los propios medios de masas. Por qué la sociedad tiene la memoria que tiene. Y no otra.
Memoria para la realidad
“No entendemos la realidad si no tenemos memoria”, resume el filósofo y Premio Nacional de Literatura por el ensayo La herencia del olvido (2009), Reyes Mate. La historia, dice, “no sólo son los hechos, sino también los no hechos”. Para Mate, bajo la ponencia La memoria que viene de Europa, la construcción historiográfica añade este componente con la II Guerra Mundial. Los campos de exterminio nazis rompen cadenas en 1945 y los supervivientes coinciden en su mensaje: “esto no puede ocurrir nunca más. Usan la memoria como antídoto contra la repetición de la barbarie”.
Ahí la memoria repone esa manera de deshacer fronteras temporales y enfrenta el discurso oficial. Hilvana con estos hilos el profesor de la Universidad de Tartu (Estonia), Andrey Makarychev, experto en políticas de la vecindad con Rusia y que presenta un análisis de las políticas de la memoria rusas desde la semiótica cultural con Between the Soviet an the post-Soviet: a cultural semiotic reading of Russia’s memory politics.
Con un argumento clave: esa especie de “adicción” pública a reminiscencias soviéticas puede estudiarse, precisamente, “como un fenómeno semiótico arraigado en el deficiente proyecto de la Rusia post soviética”. Y con un ejemplo, refiere Makarychev en palabras del “jefe” de la iglesia ortodoxa rusa: “no deberíamos restarle importancia a los logros estalinistas en la historia soviética”. Una “proliferación de prácticas soviéticas” con la raíz incrustada “en las estructuras sociales apropiadas por el Estado”.
Las ruinas de la memoria
“Entiendo la memoria como un palimpsesto infinito en el que se puede ir rastreando”. Con esa frase arranca Rubén Díaz, licenciado en Comunicación Audiovisual y miembro del colectivo Zemos98, su ponencia titulada Las ruinas de la memoria. Construye una tesis doctoral con base en Belchite (Zaragoza), escenario de una de las batallas simbólicas de la Guerra Civil española.
“Hago como que excavo en Belchite”, describe, en un trabajo antropológico y etnográfico edificado sobre “escombros estetizados que se convierten en ruinas”. Aquel pueblo viejo, destruido por las bombas, sirvió a Franco “de escaparate propagandista” para aquello que el franquismo denominó “barbarie roja”. Un lugar con “carácter polisémico” que alimenta el turismo de guerra –recibe “unas 15.000 personas al año”– sin base pedagógica. “¿Qué conciencia tienen los jóvenes?”, preguntó Díaz en Belchite. Respuesta: “Es un lugar para hacer botellón, no importa qué significa”.
En la continuación de las jornadas, la reflexión gira sobre las relaciones entre las políticas de la memoria en Europa y España y, también, sobre el tratamiento informativo de la memoria histórica en los medios españoles. Tras la introducción del profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Sevilla, Custodio Velasco, con Identidad, memoria e historia. Acerca de las políticas identitarias de la UE, el historiador José Luis Gutiérrez Molina cuenta El laberinto español en la construcción de la memoria europea.
La estudiante de periodismo Ana Ordaz ha presentado el proyecto de investigación que el grupo de trabajo Memoria y Comunicación realiza sobre Periodistas represaliados en Andalucía durante la Guerra Civil y el primer franquismo (1936-1950). Para finalizar con una mesa redonda con los periodistas especializados Olivia Carballar de lamarea.com ( Compromiso informativo con la Memoria Histórica) y Juan Miguel Baquero de eldiario.es ( 15 años de Memoria Histórica en la prensa).
Las I Jornadas Internacionales sobre Memoria y Comunicación: los usos políticos del pasado han tenido además una extensión similar en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador, en Quito. Un encuentro coordinado por el profesor Adrián Tarín, miembro del grupo MyC.
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¿Cómo informar sobre la memoria?
andalucesdirario.es | María Serrano | 23-11-2015
Un equipo de investigadores de la Universidad de Sevilla llevará a cabo las primeras jornadas internacionales sobre Memoria y Comunicación bajo el título “Los usos políticos del pasado”. El grupo de trabajo Memoria y Comunicación de la hispalense va a reunir a expertos en esta área de ámbito nacional e internacional. La cita tendrá lugar en la Facultad de Comunicación de Sevilla los días 24 y 25 de noviembre. Entre sus objetivos se encuentra destacar qué papel cumplen los medios de comunicación y las industrias culturales, nacionales e internacionales, en la construcción de la memoria histórica.
Dejando a un lado el marco teórico de lo que conocemos como el estudio de memoria, hay que destacar, tal y como señala Rubén Díaz, uno de los investigadores participantes de la Universidad Pablo de Olavide, “que estos estudios no surgen a raíz de la implantación de leyes sobre la memoria como la de 2007 ya que este campo de estudio viene de mucho antes y ha tenido una importante influencia en Europa a partir de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto nazi”.
El primer día de las Jornadas estará dedicado al debate de la Memoria Histórica en Europa. El filósofo Reyes Mate, Premio Nacional de Literatura por su ensayo ‘La herencia del olvido’ (2009), participará en la primera parte y el politólogo Andrey Makarychev (Universidad de Tartu, Estonia) presentará un análisis de las políticas de la memoria rusas y sus países vecinos desde la semiótica cultural.
Rubén Díaz tratará, desde la metáfora de las ruinas de Belchite, cómo se puede enfocar el tema de la memoria desde una perspectiva cultural a través de una ponencia titulada “Las ruinas de la Memoria”.
El segundo día girará en torno al debate sobre las relaciones entre las políticas de Memoria Histórica en Europa y España, así como sobre el tratamiento informativo de la memoria histórica en nuestro país. Se contará con las intervenciones del historiador José Luis Gutiérrez Molina (Todos (…) Los Nombres), y de los periodistas especializados Juan Miguel Baquero (eldiario.es) y Olivia Carballar (La Marea).
La investigadora Ana Ordaz, presentará también un trabajo pionero sobre periodistas represaliados en Andalucía y el primer franquismo desde 1936 a 1950.
Paralelamente, se celebrarán unas Jornadas de similar planteamiento en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador (en Quito), coordinadas por el profesor Adrián Tarín, miembro del grupo de trabajo MyC.
http://www.andalucesdiario.es/ciudadanxs/como-informar-sobre-la-memoria/
+ información ►►►
I Jornadas Internacionales sobre “Memoria y Comunicación: Los usos políticos del pasado”
24 y 25 noviembre. 16:00 a 20:30 horas.
Facultad de comunicación. Isla de la Cartuja. Sevilla
PROGRAMA
Martes, 24 de noviembre de 2015 (16:00-20:30)
16:00-16:30. Miguel Vázquez. Apertura. Introducción “Memoria y Comunicación “Los usos políticos del pasado“. Presentación de la Red y del grupo de trabajo.
16:30-17:30. Reyes-Mate: “La memoria que viene de Europa“.
18:00-19:00.Andrey Makarychev: “Between the Soviet and the Post-Soviet: a Cultural Semiotic easing of Russia’s Memory Politics“.
19:00-20:00.Rubén Díaz: “Turismo y memoria“.
Miércoles, 25 de noviembre de 2015 (16:00-20:30)
16:00 – 16:30.Custodio Velasco. Apertura. Introducción “Identidad, memoria e historia. Acerca de las políticas identitarias de la UE“.
16:30 – 17:30.José Luis Gutiérrez. “El laberinto español en la construcción de le memoria Europea“.
17:30 – 18:00. José Alberto Romero y Ana Ordaz. Presentación del proyecto “Periodistas represaliados en Andalucía durante la Guerra Civil y el primer franquismo (1936-1950)“.
18:30 – 20:00. Mesa redonda: “Periodismo y memoria histórica“
Juan Miguel Baquero “15 años de Memoria Histórica en la prensa“
Olivia Carballar “Compromiso informativo con la Memoria Histórica“.
“todos (…) los nombres”
PRESENTACION
Durante las “I Jornadas Internacionales sobre Memoria y Comunicación”, el grupo de trabajo en Memoria y Comunicación (MyC) reunirá a expertos nacionales e internacionales para pensar juntos sobre los usos políticos del pasado en los medios de comunicación.
La relación que, como sociedad, establecemos con nuestro pasado, define en parte lo que somos en el presente y, en buena medida, lo que devendremos en el futuro. Dicha relación está sujeta a diversas mediaciones, que van desde la familia a los medios de comunicación de masas pasando, desde luego, por el sistema educativo. En las Jornadas intentaremos abordar cuestionamientos del tipo ¿por qué tenemos, como sociedad, la memoria que tenemos, y no otra? ¿por qué recordamos lo que recordamos? ¿qué papel cumplen los medios de comunicación y las industrias culturales, nacionales e internacionales, en la construcción de la memoria histórica?
El primer día de las Jornadas exploraremos el debate de la memoria en Europa. Destacan las ponencias del filósofo Reyes Mate, Premio Nacional de Literatura por su ensayo La herencia del olvido (2009), que disertará sobre el discurso de la memoria que viene de Europa Asimismo, el profesor Andrey Makarychev, experto en políticas de vecindad con Rusia, presentará un análisis de las políticas de la memoria rusas desde la semiótica de la cultura. El segundo día versará sobre las relaciones entre las políticas de la memoria en Europa y España, así como sobre el tratamiento informativo de la memoria histórica en nuestro país.
De forma paralela, se celebrarán unas Jornadas de similar planeamiento en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central de Ecuador (en Quito), coordinadas por el profesor Adrián Tarín, miembro del grupo de trabajo MyC.
Sobre el grupo de trabajo y red MyC
La primera edición de estas Jornadas (Sevilla y Quito) es la primera actividad del grupo de trabajo MyC. Este proyecto nace de la preocupación por las políticas públicas que regulan la memoria. Creemos que es necesario abrir a la ciudadania la discursión sobre estas políticas tanto a nivel loca, regional, nacional e internacional. La red MyC aspira, además, a fomentar el intercambio y la colaboración entre diversos investigadores, instituciones y proyectos europeos para contribuir al debate entre las políticas las políticas de memoria y comunicación.