Valladolid. El enigma que se resolvió en la hemeroteca de El Norte de Castilla

Así se investigó la fecha de un foso de represaliados en el cementerio vallisoletano de El Carmen a través de un recorte del periódico

EL NORTE DE CASTILLA | VÍCTOR VELA | VALLADOLID | 27-8-2017

Algo extraño sorprendió a la arqueóloga Marta Escribano cuando paseaba su brocha por el interior de la cuarta fosa común del cementerio del Carmen. Exhumaba los restos del cuerpo número 28. Retiraba con cuidado capas de arena, tierra y cal cuando se topó con una fibra que parecía lana y, junto a ella, una masa marrón que tal vez era, seguro que era, un trocito de papel doblado. Lo cogió con mimo, lo sacó fuera de la fosa, se lo mostró a sus compañeros, lo desplegaron sobre una mesita de plástico blanco y supieron muy pronto que ahí, en esa masa de celulosa, había un tesoro.

Habían hallado la clave para desentrañar el misterio de la cuarta fosa del Carmen.

Aunque eso ellos, los integrantes del equipo de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica que exhuman este verano los cadáveres de represaliados de la Guerra Civil, eso aún no lo sabían.

Ese trocito de papel –que milagrosamente había sobrevivido 81 años en el interior de una fosa– iba a servir, ha servido, para responder muchas preguntas. Aunque a primera vista no lo pareciera. El papel estaba doblado en cuatro pliegues que había que manejar con tiento para que no se deshiciera en las manos. El paso del tiempo había provocado importantes daños y borrado la mayor parte de las palabras escritas en él. Pero hubo suerte. Tal vez porque estuvo guardado en el interior del bolsillo lateral izquierdo de una chaqueta de lana, y esa fibra natural contribuyó a aislarlo mejor de la humedad. Tal vez porque el cuerpo, aunque enterrado a gran profundidad (1,70 metros)estaba dentro de un ataúd. Tal vez por la falta de acidez de la tierra. Tal vez por simple fortuna. Pero ahí estaba el papel. Y descubrieron que en él había letras y palabras que lanzaban extraños mensajes.

Marcaillou.

Vieron con claridad que ponía Marcaillou. Ya su lado un número.

12 Marcaillou.

¿Alguien tiene idea de qué significa esto? Entonces buscaron en Google, por si acaso, porque quién sabe, porque vete tú a saber.

Marcaillou, teclearon en el teléfono móvil. Y una página de wikipedia les brindó la respuesta. Sylvain Marcaillou (8 de febrero de 1911-28 de septiembre de 2007) fue un ciclista francés. Participó seis veces en el Tour de Francia. Quedó quinto en el de 1937. Sexto en el de 1939. Duodécimo en la edición de 1936. Quedó en el puesto número 12 en la edición del Tour de Francia de 1936.

12 Marcaillou.

Había más palabras sueltas que se podían rescatar de aquel trozo de papel. También ponía 5 Mersc (faltaría la h final del apellido del ciclista que quedó quinto aquel año en la ronda gala).Encontraron un 10 Level. Luego unos puntos supensivos y unas cifras al lado que parecían, eso parecían, los tiempos de una posible clasificación. Había debajo unas letras algo más grandes que se podían leer algo mejor:«El secreto del anuncio», decían. «El secreto del anuncio». Ninguna pista más sobre qué podría ser aquello.

Pero había algo por lo que empezar. Un papel doblado. El nombre de un ciclista que quedó duodécimo en el Tour de 1936. Algo que parece una clasificación.Y un mensaje que dice ‘El secreto del anuncio’.

Con estos simples indicios, integrantes del equipo de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica se acercaron hasta el Archivo Municipal para consultar la hemeroteca de El Norte de Castilla, con la esperanza de que la clasificación ciclista se hubiera publicado en el diario decano de la prensa española. Escribieron de nuevo Marcaillou. Y la suerte estuvo de nuevo de su parte. El buscador les dirigió a la página 7 de El Norte de Castilla del jueves 6 de agosto de 1936, en la que se informaba de que el domingo anterior había concluido la carrera francesa, con Sylvere Maes como ganador de la clasificación general… y Marcaillou en el puesto duodécimo.Y Level en el décimo. Y Mersch (faltaba la h) en el quinto.

Pero es que, además, justo debajo de este listado de ciclistas, había un escrito que decía ‘El secreto del anuncio’, un texto en el que se explicaba que el mejor lugar para publicitar cualquier producto eran las páginas de El Norte. Todo encajaba. Aquellas migajas de papel halladas en el bolsillo de la chaqueta de un fusilado enterrado en una fosa común del Carmen eran un recorte de prensa del 6 de agosto de 1936.

Aída Rodríguez, bióloga que colabora con Memoria Histórica en la campaña de excavaciones, explica que el análisis de los restos óseos de aquel cuerpo número 28 –sobre todo de la cadera y el cráneo–permiten concretar que se trataba de un hombre de entre 55 y 60 años. Presentaba dos huellas de disparos, una en el fémur derecho y otra en el tórax, en cuyo interior todavía se encontraba una bala. Lo mataron con munición muy vieja, de cabeza redonda, disparada por un ‘mauser’ antiguo, «de aquellos que ya no utilizaban en el Ejército y con los que se había armado a las milicias para iniciar la represión», explica Del Olmo. «Todo esto nos lleva a pensar que este hombre fue asesinado por un miliciano», asegura el presidente del colectivo.

La fecha, lógicamente, es posterior a ese 6 de agosto de 1936. Pero puede que no mucho más. Puede que la muerte y el entierro tuvieran lugar ese mismo día. «Es una suposición lógica. Si alguien tiene un recorte de periódico encima y lo quiere conservar, lo más normal es que lo lleve en el bolsillo de la pechera, si es una camisa; en el bolso interior de la chaqueta; en el trasero del pantalón. Pero si lo llevaba en un bolsillo lateral de una chaqueta, seguramente es porque no hacía mucho que lo había recortado y lo había guardado ahí de forma temporal». Esto hace pensar que esta cuarta fosa del Carmen fue una de las primeras que se abrió en el cementerio, a principios de agosto de 1936, durante los primeros momentos de la contienda.

¿Y qué hacía, en 1936, un hombre con la clasificación del Tour en el bolsillo? Tal vez la respuesta se encuentre en el reverso del papel. Porque el recorte coincide, en la página trasera de El Norte, con los precios del mercado de centeno y cebada –seguramente era agricultor– y un parte meteorológico que decía que el día anterior, el 5 de agosto, fue una jornada despejada, con una temperatura máxima de 29,4 grados, una mínima de 10,2. Y viento del nordeste.

Dos menores y dos mujeres, entre los 42 cadáveres rescatados

El equipo de Memoria Histórica desenterraba, a las 11:18 horas de ayer, un cráneo y un fémur de la capa más profunda de la cuarta fosa del cementerio del Carmen. «Es una mujer; sin duda una mujer», concluye la bióloga del grupo. Y los datos quedan registrados. Se trata de la segunda mujer hallada en esta fosa, la más grande del camposanto vallisoletano, un espacio de 3,30 metros de largo por tres metros de ancho y 2,15 metros de profundidad en el que se han hallado 42 cuerpos de represaliados en la Guerra Civil. Estaban enterrados en cinco niveles y entre cada uno de ellos había capas de tierra y cal de hasta treinta centímetros. Los cuerpos, perfectamente colocados (para aprovechar mejor el espacio) y muchos, metidos en ataúdes de pino. La exhumación acabará la próxima semana. Empezará luego el estudio de los restos.

http://www.elnortedecastilla.es/valladolid/investigo-fecha-foso-20170827204534-nt.html