Villanueva de la Serena (Badajoz). Quince voluntarios participan en las labores de recuperación de la memoria histórica

El campo de trabajo del Instituto de la Juventud se centra en una fosa común del cementerio

HOY | ESTRELLA DOMEQUE | VILLANUEVA DE LA SERENA | 20-7-2016

Un grupo de 20 personas trabaja durante esta quincena de julio en el campo de trabajo de ‘Recuperación de la Memoria Histórica’, en el cementerio municipal de Villanueva de la Serena. Un evento que coincide con el 80 aniversario del golpe de estado del 18 de julio de 1936, que se recordaba hace sólo unos días.

Se trata de un campo de trabajo organizado por la Asociación para la recuperación de la memoria histórica de Extremadura (Armhex) y el Instituto de la Juventud de Extremadura (IJEx). Según señalan los organizadores, es un tipo de campus suspendido en la anterior legislatura y que ahora recupera el IJEx.

Según los testimonios recogidos, en este cementerio existe una fosa común en la que se encuentran enterrados los restos mortales de personas asesinadas tras la sublevación militar. No obstante, se calcula que en Villanueva fueron más de 700 los represaliados, muchos de ellos podrían estar en esta fosa común.

El objetivo principal es la localización y exhumación de estas víctimas. Para ello, meses atrás se iniciaron los trabajos previos para la puesta en marcha del campo de trabajo, dirigido por Ángel Olmedo, historiador del Instituto.

El grupo lo completa la arqueóloga directora de la excavación, Silvia Herrero, además de una antropóloga, un arqueólogo, un coordinador de tiempo libre y los 15 voluntarios llegados de diferentes puntos de Extremadura, pero también de Andalucía, Cataluña o Madrid.

Primeros restos humanos

Los primeros trabajos no arrojaron resultados positivos, pero ahora trabajan en otro punto de la fosa en el que sí han encontrado restos humanos. Ahora faltaría confirmar que son restos de los represaliados. En el caso de obtener un resultado positivo, se procederá a la adopción de medidas de conservación y protección necesarias para la correcta preservación de los restos y su posible identificación.

El trabajo es muy laborioso, todo se hace de forma manual, para no dañar los posibles restos. Además, en la tierra que se va extrayendo, se buscan objetos personales.

Los voluntarios reciben también una formación básica, complementada con charlas y talleres sobre la materia, lo que permite fomentar el acercamiento de los participantes a la arqueología.

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