Zamora. Un funeral 86 años después del asesinato de dos represaliados para mantener la memoria viva

Las familias de Froilán Vecino Vasco, de Fuentes, y Esteban Zamora Martín, de Castrogonzalo realizan un simbólico funeral

Eva Ponte / Benavente /18.08.2022

“García tiene una hija que apenas sabía hablar, y por las calles decía ¡Arriba la libertad!”. Este fragmento de una copla republicana se lo enseñó Fermina a su nieta, Mar Espinilla (Lola Eiffel), de Fuentes de Ropel, a quien también pidió en su lecho de muerte que encontrara a su bisabuelo asesinado, Froilán Vecino Vasco.

Este jueves en el cementerio de Castrogonzalo se ha rendido un homenaje a Froilán, vecino de Fuentes de Ropel, y a Esteban Zamora Martín, vecino de Castrogonzalo, que fueron asesinados el 18 de agosto de 1936 “y lo fueron porque quisieron hacer de este país un lugar en el que los menos privilegiados tuvieran derechos, en el que la libertad y la justicia social fuesen principios básicos. Un país en el que todas y todos pudieran ser más libres”, según explicó en su discurso Chusa Izquierdo, historiadora e investigadora que durante más de un año ha investigado el paradero de estos dos represaliados.

El homenaje llega 86 años después de su muerte y se hace en un cementerio en el que, lejos de haberse respetado el lugar donde se sabía que estaban enterrados, la fosa común está asfaltada.

“Cuando hace dos meses supimos que Froilán y Esteban estaban enterrados aquí sentí una emoción inmensa. No conocer el lugar donde reposan los desaparecidos provoca un dolor indescriptible y encontrarles significaba una pequeña restitución para tanto dolor injusto”, señaló la investigadora. Lola, la biznieta de Froilán, mostró su “frustración” por no poder recuperar su cuerpo.

“Esto demuestra la ignominia cometida. Es indignante que no se haya respetado el lugar donde se sabía que estaban enterrados, ocultando por segunda vez los crímenes”, añadió Chusa.

Se rindió también homenaje a las mujeres que no pudieron vivir el duelo de sus seres amados, y a todos los asesinados de Castrogonzalo leyendo sus nombres.

“No sería yo quien tuviera que hacerlo. Pero nuestra democracia aún adolece de demasiados miedos y cobardía que no hace más que debilitarla. La recuperación de la memoria democrática es una obligación ética, política y también legal de los poderes públicos”. El alcalde republicano Elías García Argüello, el concejal Antonio Rodríguez Gómez y el vecino Dalmacio Sampedro Rot.

Pilar Zamora, a sus 89 años no puede por menos que sonreír al pensar en este homenaje y de emocionarse al recordar lo vivido por él, Esteban Zamora Martín. “Para mí supone mucha emoción y mucha alegría por poder hacer este homenaje después de 86 años. Después de lo que pasó y lo que pasamos. Tengo mucha ilusión, mucha”, asegura.

Por aquel entonces ella tenía tres años y recuerda que vivía en Valdescorriel con sus otros seis hermanos, además de sus padres. Esteban era caminero y aunque nunca supieron cuáles eran sus ideales políticos porque, explica Belén, nieta de Esteban, “con la postguerra en muchas familias de eso no se hablaba”, sí creen que fue simpatizante y amigo de Froilán.

“Uno de los hermanos de mi madre nos decía cosas como que era una persona que no se arrendaba. Como que una vez el señorito le dijo que tu hija ha de casarse con mi hijo y mi abuelo decía, bueno, mis hijos se casarán con quien quieran, mi hija no es objeto de ningún capricho”, explica entre otras anécdotas.

Lola Eiffel es la biznieta de Froilán Vecino Vasco. Ella está satisfecha de poder realizar este homenaje para cumplir así con la última voluntad de su abuela. “Para mí es como cerrar un círculo. Desde que soy pequeñita mi abuela quería saber dónde estaba su padre, rendirle homenaje, de hecho fui alguna vez con ella a una excavación que se hizo muy cerquita pensando que podía estar allí. Es algo que lo he mamado desde pequeñita”.

“Mi abuela, las horas que tuvo de lucidez antes de morirse, me dijo: tienes que encontrar al abuelo y darle el funeral que yo no he podido darle. Para mí ahora es como cerrar el círculo y regalarle lo que ella, sus hermanas y mi bisabuela no consiguieron”.

Froilán tenía tierras en Fuentes de Ropel. Asegura Lola que “el otro bando no soportaba que él estuviera en la casa del pueblo, fuera concejal por el Frente Popular, apoyara la República. Era algo que no se entendía, que tuviera sus propiedades. Él daba trabajo a la gente y trabajaba y sacaba a sus hijas adelante. Él estaba muy involucrado tanto en el Ayuntamiento como en la lucha obrera y la defensa de la educación y la cultura”, explica.

IMPULSO A LA INVESTIGACIÓN

El impulso de la investigación hace año y medio ha sido fruto “del destino o el azar, o porque tenía que ser así”, explica. Y es que conoció a la historiadora e investigadora Chusa Izquierdo en la celebración del II Congreso Internacional de la Memoria Histórica celebrado en Valladolid. Desde aquel evento y tras varias conversaciones, comenzó una ardua investigación para encontrar dónde estaba enterrado su bisabuelo.

“Nos reunimos con Fernando Pernía, Víctor Iturbe en Castrogonzalo y Eduardo Martín del Foro de la Memoria en Zamora. Ha sido año y medio de investigación. En el camino muchos lloros y frustración. Me he encontrado con gente que me ha señalado, me ha pedido que no volviera a hablar del tema con ella”, asegura Lola.

También trabas administrativas. “El Ayuntamiento de Castrogonzalo estuvo muy abierto a todo en un principio y nos dejaron ver los archivos. Pero desde febrero todo han sido trabas inexplicables de un Partido Socialista con mayoría absoluta. No sabemos las razones, no entramos en más detalles. Pero es una pena que con una Ley de Memoria Histórica aprobada por el Partido Socialista haya ayuntamientos socialistas que pongan trabas a familias de represaliados”.

La investigación llevó a conocer a Esteban. Explican que cuentan con las actas de defunción de los dos y en ellas se refleja su muerte por “causas naturales”. Pero lo cierto, apuntan, “en el archivo pone disparo en la nuca con proyectil pequeño y está tachado por la orden de Martín Villa. Pero se lee perfectamente al trasluz”.

En la investigación recuerda Lola que “conocimos a un señor en Castro que se acordaba de cuando llevaron a Esteban y a Froilán a fusilar. Los llevaban en un carro y reconoció a mi abuelo por las botas, que siempre llevaba las mismas. Sabemos que les llevaron a las seis de la tarde, después de haberles matado y los enterraron juntos. Les llevó alguien de Falange que tenía relación con ellos por el trabajo. Hay gente buena en los dos bandos. Tenemos que agradecerle a este hombre”. Pilar puntualiza que su madre le explicó cómo “tuvieron que ir a escondidas con un carro para enterrarlo pero no sé más. A mí me daba pena preguntarle”, lamenta.

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