4 de diciembre. El caso de García Caparrós sigue sin culpable en su 43º aniversario
El hito de movilización popular que hizo posible la autonomía andaluza quedó marcado trágicamente por el asesinato del malagueño Manuel José García Caparrós. Cuatro décadas después, sus tres hermanas mantienen la memoria de una de las “víctimas de la Transición”, figura recogida en el anteproyecto de Ley de Memoria Democrática, para reclamar verdad y justicia. Ayer, por primera vez en democracia, miembros del Gobierno Central recibieron a la familia del Hijo Predilecto de Andalucía a título póstumo.
Siempre que llega el 4 de diciembre vuelve a salir a escena su nombre. Manuel José García Caparrós, un chaval de tan solo 19 años que fue asesinado en la manifestación por la autonomía de Andalucía que se organizó en Málaga en 1977. La Alameda Colón fue el lugar de la desgracia. Aunque haya pasado el tiempo, y su familia haya tratado de obtener respuestas, el caso sigue sin tener un culpable claro.
En el día de ayer, la familia García Caparrós se desplazó hasta Madrid para hablar con el ministro de Consumo, Alberto Garzón, y el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, tras dos años tratando de conseguir una reunión con el presidente Pedro Sánchez. La familia también ha intentado conseguir una reunión con el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno; dicha reunión aún no se ha producido.
“Es triste que te digan siempre que nuestros muertos son los que hicieron posible la democracia, cuando ves que la democracia se ha olvidado de ellos” lamenta la familia García Caparrós
Desde Moncloa, a través de una nota, han dejado constancia de la reunión y del tema principal: el Anteproyecto de Ley de Memoria Democrática. En el mismo han especificado que “se reconocerá el derecho de acceso a los fondos documentales depositados en los archivos públicos y la obtención de las copias que se soliciten.”
La trágica noticia del asesinato de Caparrós no solo afectó a la provincia de Málaga, impactó de forma decisiva en el movimiento para reivindicar la autonomía y su reconocimiento como nacionalidad histórica. Prueba de ello fue la comparsa La raza mora que le dedicó un pasodoble al fallecido en febrero del año siguiente, durante los carnavales.
El suceso ocurrió en un ambiente ya de por sí caldeado en la propia ciudad. El presidente de la Diputación de Málaga, en aquel entonces Francisco Cabeza, se negó a colocar la arbonaida –nombre de la bandera andaluza- en el balcón, crispando el ambiente ya cargado por los enfrentamientos verbales entre manifestantes y algunas personas pertenecientes a partidos ultraderechistas, como Fuerza Nueva.
De repente, un ciudadano que se encontraba a las puertas del edificio decide escalar la fachada para llegar hasta el balcón y colocar la bandera de Andalucía. Esto provocó la celebración y euforia de los manifestantes allí presentes, a la par que el comienzo de las cargas de la policía.
Una vez que comienzan las actuaciones por parte de los cuerpos de seguridad, ante la imposibilidad de controlar la situación, algunos de ellos deciden disparar al aire
Del olvido a las tachaduras
A partir de este momento surge un periodo de ocultación de la información para tratar de evitar contar lo ocurrido. Desde hace algunos años se ha pensado que podía ser un exmiembro de la policía pero su arma no fue analizada, pidió una baja y fue trasladado a otro destino tras lo ocurrido. Esta persona falleció hace varios años, llevándose su testimonio y sin aclarar lo ocurrido.
Según los datos del ayudante del forense, la bala impactó en la axila pero fue recogida antes de ser entregada a los mismos, mostrando el cuerpo un corte en el lado contrario del torso y más debajo de donde impactó la bala originalmente. Esto nos indica que la bala, en el momento que fue disparada, debía estar en una posición más elevada que en la que se encontraba Caparrós. O él estaba tumbado, agachado, o quien disparó lo hizo desde una posición elevada.
Para averiguar lo ocurrido, la coordinadora en ese momento de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, solicitó en 2017, en el Parlamento andaluz, que el Congreso aportase la documentación para poder conocer qué ocurrió exactamente.
Como este caso, encontramos otros tantos de personas que fueron asesinadas durante el periodo de transición democrática sufrido en España, llegando incluso a ir al Parlamento Europeo hace poco más de dos años –como la muerte de un estudiante en Pamplona el 8 de julio de 1978.
El Gobierno aceptó la publicación de documentos del caso pero con la condición de ocultar, con tachaduras, información que aparecía dentro de esos 675 folios del expediente
También obtuvo, a título póstumo, la medalla de Andalucía en 2013. En este acto también se le concedió mismo honor a otro malagueño: Antonio Banderas. El actor, durante su discurso, le dedicó unas palabras a García Caparrós donde explicaba que él mismo estuvo en esa manifestación y que, lo que le pasó en la Alameda Colón, podría haberle pasado a él.
Como dice el actor, “quién sabe qué podría haber sido de Manuel si esa bala traidora no le hubiese quitado la vida”. Jamás se sabrá. La familia seguirá luchando por esclarecer lo ocurrido y demostrar, al fin, quién fue el asesino y poder descansar en paz tras más de cuarenta años luchando por saber la verdad de ese fatídico 4 de diciembre de 1977.
https://www.elsaltodiario.com/4-diciembre/caso-garcia-caparros-sigue-sin-culpable-43-aniversario-transicion-memoria-autonomia-Andalucia