El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, no va a retirar el Arco de la Victoria de Moncloa, como ha pedido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH). Así lo ha confirmado el regidor apelando a su catalogación como Bien de Interés Cultural (BIC), que protege el enclave según los términos de la Ley de Memoria Democrática.

La ARMH pedía a Sánchez comenzar su anunciado deseo de “regeneración democrática” retirando el monumento dedicado “a los ejércitos victoriosos de Franco, Hitler y Mussolini”.

Almeida ha explicado que el Consistorio no busca exaltar el arco, sino mejorar el área que lo rodea, “profundamente degradada”, gracias al convenio de colaboración entre el Ayuntamiento y la Universidad complutense de Madrid (UCM).

El Ayuntamiento tiene previsto que durante el primer semestre de 2025 comiencen las obras necesarias para recuperar un monumento aquejado por patologías varias, como humedades y agrietamientos.

La vicealcaldesa y portavoz del Gobierno municipal, Inma Sanz, además de remitirse a las palabras del alcalde, ofreció detalles sobre el estado del monumento y los planes del Gobierno municipal para reformarlo.

“Como saben, tenemos un acuerdo con la Universidad Complutense, que el año pasado lo cedió al Consistorio para que tuviera un adecuado mantenimiento y conservación”, señaló.

“El proyecto se redactó el año pasado y ahora en lo que se está trabajando es en la definición del estudio estructural complementario. Se va a iniciar la licitación tras el verano y va a comenzar la obra, previsiblemente, durante el primer semestre de 2025. En eso es en lo que está trabajando el Ayuntamiento de Madrid con respecto a ese monumento”, concluyó la vicealcaldesa, portavoz del Gobierno municipal y delegada de Seguridad y Emergencias.

“La Ley habla expresamente de exceptuar los bienes de interés cultural y nosotros no queremos hacer ninguna exaltación del Arco de Triunfo, ni mucho menos desde luego. Por lo tanto, nosotros vamos a trabajar en eso”, dijo por su parte Almeida acerca del proyecto de restauración.

Situado en una de las principales entradas a Madrid, en el distrito de Moncloa-Aravaca, su diseño fue encargado a los arquitectos Modesto López Otero y Pascual Bravo Sanfeliú.