El Saucejo, 4 de septiembre de 1936: Consecuencias de la rebelión militar

Prólogo

Hace ahora ochenta años, en la mañana del viernes 4 de septiembre de 1936, El Saucejo fue bombardeado, acometido y ocupado por una tropa insurrecta contra el Gobierno de España, que en apenas un par de horas acabó con la segunda república en este pueblo y provocó el éxodo de más de una sexta parte de sus gentes. En El Saucejo fue ese día, y no el 1 de abril de 1939, cuando empezó la dictadura militar, a cuyo núcleo dirigente inaugural, encabezado por un capitán de caballería y luego por un teniente de la guardia civil, es atribuible la responsabilidad de al menos 75 asesinatos cometidos en 34 días correspondientes a los meses de septiembre de 1936 y febrero de 1937.

Semejante exhibición de barbarie, a la que sin duda animó también un despiadado propósito de escarmiento, marcó un hito señero e indeleble en la historia de El Saucejo; aunque la persecución implacable, minuciosa y sin precedentes conocidos, que desde el primer día del asalto al pueblo se desató contra los hombres y mujeres a quienes los insurgentes y sus secuaces consideraban incompatibles con el objetivo de regeneración nacional buscado con la insurrección, se prolongó hasta casi el final de la segunda guerra mundial, con el resultado de más asesinatos, muertes en las cárceles o en los frentes de batalla, condenas de prisión y a trabajos forzados, expatriaciones, sanciones económicas y requisas patrimoniales. De manera que, entre víctimas directas y sus familiares más cercanos, los devastadores y persistentes efectos de la rebelión militar en El Saucejo alcanzarían de lleno a no menos de un 20% de sus habitantes. Muchachos y viejos, cabezas de familia, mujeres, sindicalistas, políticos y no políticos, gente pobre casi todos ellos, fueron los destinatarios de una venganza fría, despiadada e inmisericorde: Por lo ocurrido en la localidad durante los cinco años precedentes, y especialmente en los cuarenta y ocho días anteriores a la ocupación del pueblo por la columna facciosa del comandante Luis Redondo García.

Este libro trata de las consecuencias de la rebelión militar en El Saucejo; es decir, de los asesinatos, detenciones, encarcelamientos y persecuciones de sus gentes. En él se cuenta quiénes eran estas personas, dónde vivían, en qué trabajaban, cómo se llamaban sus hijos y padres y sus esposas o esposos, las edades que tenían, qué acusaciones les dirigieron. Se dice, en muchos casos, quiénes las denunciaron, detuvieron e interrogaron; y se reproduce el contenido de los informes dados por las autoridades, y de los interrogatorios y declaraciones de las víctimas y los testigos.

Estos datos han sido extraídos fundamentalmente de los procedimientos judiciales tramitados por los militares rebeldes y que hasta ahora habían permanecido, en su mayor parte, ocultos e inéditos en el llamado Archivo del Tribunal Militar Territorial Segundo (ATMTS); pero también proceden de los archivos del Ayuntamiento y el Registro Civil de El Saucejo y de la Diputación Provincial de Sevilla; cuyas siglas, y las de los demás archivos que se citan en sus páginas, son las siguientes:

ADPS: Archivo de la Diputación Provincial de Sevilla.

AGMA: Archivo General Militar de Ávila.

AHNM: Archivo Histórico Nacional de Madrid.

AHPS: Archivo Histórico Provincial de Sevilla.

AMES: Archivo Municipal de El Saucejo.

AMO: Archivo Municipal de Osuna.

AMS: Archivo Municipal de Sevilla.

BMES: Biblioteca Municipal de El Saucejo

RCES: Registro Civil de El Saucejo.

He tenido en cuenta, entre otros, el libro publicado hace siete años por el saucejeño José Hormigo González (El silencio de la memoria). Y, por facilitarme el acceso a la documentación custodiada en dependencias municipales, doy las gracias, especialmente, a Juan Román Tirado.

Alcalá de Guadaíra, 1 de septiembre de 2016.