«Al profesor Herman Simon de Berlín. Gran apóstol de la laborterapia. 1948», reza el distintivo.

Jesús Jurado ha buceado entre ficheros alemanes, y también en el archivo fotográfico del psiquiatra y fotógrafo Jaime Escalas, director del sanatorio entre 1921 y 1963, y ha identificado al alemán: nació en Zweibrucken -una ciudad de Renania- en 1867 y fue pionero de la laborterapia o terapia del trabajo. También fue un nazi defensor de los programas de eugenesia que llevaron a los nacionalsocialistas a asesinar a más de 200.000 personas.

Quién fue Hermann Simon

Según la investigación que ha llevado a cabo Jurado, Simon era un ferviente partidario del darwinismo social, una doctrina pseudocientífica que propugnaba la aplicación de la selección natural en la sociedad, primando a los fuertes sobre los débiles. También fue un firme defensor de la esterilización forzosa, e incluso de la eliminación de los considerados «inferiores».

En 1931 desarrolló una categorización de los tipos de persona que deberían ser eliminadas, un sistema que sirvió como base al régimen nazi para, unos años más tarde, llevar a cabo algunos de sus crímenes más execrables.

a lista de «defectos» incluía a personas enfermizas, físicamente débiles, lisiadas, de bajo coeficiente intelectual y también enfermos mentales. Entre 1940 y 1945 decenas de miles de ciudadanos alemanes y austriacos fueron asesinados con gas o inyección letal siguiendo estos postulados. Fue en el marco del macabro programa «Aktion T-4» de exterminio de enfermos mentales y personas con discapacidad que impulsó Hitler en lugares de tan lúgubre recuerdo como el castillo de Hartheim.

Su relación con Palma

La relación del Dr. Simon con Palma se encuentra en el antiguo hospital Psiquiátrico, un extenso conjunto de edificios ubicados en el Camino de Jesús, poco antes de llegar al cementerio. Fue en este lugar, en las primeras décadas del siglo XX, donde se empezaron a aplicar a los enfermos mentales las primeras terapias psiquiátricas modernas. Hasta entonces, eran simplemente aislados de la sociedad, no se les ofrecía tratamiento. Y la laborterapia fue una de esas terapias novedosas.

Jurado no ha hallado pruebas de que Simon llegara a venir a Palma a supervisar los trabajos que se llevaban a cabo siguiendo sus teorías. Tampoco acerca de si, aparte de la terapia de trabajo, en algún momento se llegaron a poner en práctica en Palma las ideas de Simon sobre la esterilización o la eutanasia. Pero el caso es que, en uno de los edificios del hospital Psiquiátrico, se levantó una placa en su honor que aún existe. Así que, insiste Jurado, sería interesante averiguarlo.

El exsecretario autonómico del Govern y miembro de la Plataforma por la Memoria Democrática cree que, como poco, se debería abrir un debate sobre la necesidad de retirar este homenaje público a un señor que, aunque pudo hacer mucho bien a enfermos mentales de todo el mundo, también colaboró en el exterminio de millares de personas.

Tal vez serviría una correcta contextualización explicando su biografía. O simplemente extender un poco la placa para que ponga: «Al profesor Hermann Simon de Berlín. Nazi impulsor de la eugenesia. Ideólogo de la esterilización forzosa y del asesinato de los considerados débiles. Gran apóstol de la laborterapia. 1948», sostiene Jurado.

Hermann Simon, el psiquiatra del III Reich homenajeado en Palma (ultimahora.es)